Michael Albasini (Columbia) ganó la cuarta etapa de la Euskal Herriko Itzulia en Güeñes tras imponer su mayor punta de velocidad sobre Vandenbroeck (Silence) y Vandevelde (Garmin), los otros dos supervivientes de una fuga que nació en el kilómetro 12 y que estaba casi anulada tras pasar por Urkiola.

Los tres se escaparon junto a Arrieta (AG2R), Serrano (Fuji) y Deignan (Cervélo). Consiguieron una renta de 1.25 antes de empezar a subir Urkiola, que se atragantó al navarro y al hernaniarra. También los otros cuatro estaban prácticamente cazados tras coronar el alto porque en la subida fueron constantes los intentos de corredores para entrar en la fuga, se subió a un fuerte ritmo y se movieron líderes de la peligrosidad en la general de Luis León Sánchez y Kreuziger.

Esto provocó que la escapada estuviera casi anulada, pero cuando el pelotón estaba a unos pocos metros de ellos se juntó su insistencia con la grave caída de Chris Horner y Dani Navarro, que provocó que el pelotón se parara y los cuatro fugados empezaran a coger ventaja para alcanzar una máxima de ocho minutos sobre el pelotón.

Por detrás saltó Dario Cataldo (Quick Step) para intentar enlazar con ellos y estuvo a 40 segundos de lograrlo, pero el cuarteto de adelante se entendió bien y el italiano tuvo que desistir. Pese al nivel de los fugados, con el cuarto del pasado Tour y el séptimo del último Giro, no inquietaban en la general y sólo Euskaltel y Caisse d'Epargne trabajaron con fuerza al final para reducir diferencias y defender sus dos primeras posiciones en la general por equipos.

En el alto de Beci, última dificultad de la etapa, Vandevelde lanzó un ataque que descolgó a Deignan, pero no a Albasini, el mayor peligro en el sprint. Tanto el estadounidense como Vandenbroeck se pusieron de acuerdo para atacar en los últimos kilómetros al suizo, pero aguantó sus embestidas y, en un final que se asemejó a una prueba de velocidad en pista con los tres parados en el último kilómetro, impuso su mayor velocidad.

Sin cambios en la general

La emoción de la etapa tras Urkiola se redujo a la escapada, porque todos los favoritos llegaron juntos y entre ellos lo único destacable fue la entrada de Samuel Sánchez en el sprint del pelotón para segurarse el segundo puesto de la general y las referencias de Colom y Evans en la cronometrada de mañana.

Los 24 kilómetros de la última etapa serán los que decidan la prueba salvo que hoy se unan la ambición de los corredores, la dificultad del recorrido y las condiciones climatológicas adversas que se anuncian para que la jornada pueda provocar alguna sorpresa. Porque en los 169 kilómetros de recorrido hay terreno para la batalla.

En la general hay 25 corredores en dos minutos y algunos de ellos pueden buscar filtrarse en la escapada que se espera en la dura parte inicial con la doble subida a La Escrita (2ª) y la de Ubal (1ª) entre medias. Luego hay cuatro puertos de Tercera, dos a Beci, la última a once kilómetros de meta, lo que puede animar a algún valiente a jugársela en el descenso. Habrá que ver si Samuel Sánchez lo intenta porque su habilidad, su valentía, la lluvia y el conocimiento del terreno juegan a su favor.