Itxako intentará poner el primer peldaño -Lizarreria, mañana, 18.00 (ETB3 y ETBSat)- para devolverle al Brasov, donde militan las ex amarillas Barbu y Gogirla, la eliminación europea de hace dos años, tratando de acumular la mayor renta posible antes de devolver visita a tierras rumanas.

Repuestas ya de la desilusión copera, las de Ambros Martin son conscientes de que se juegan gran parte de una temporada en la que, si no se tuercen mucho las cosas, están a las puertas de conseguir su primera liga, pero cuyo broche de oro podría ser volver a plantarse en una final continental por segundo año consecutivo.

Las amarillas, que no han dispuesto de descanso como el resto de equipos estatales, han preparado con mimo la cita, aun- que dosificando esfueros, pues las fuerzas ya están muy justas por lo cargado del calendario. Pese a ello, tanto partido consecutivo sólo tendrá secuelas para Nerea Pena, entre algodones tras la Copa.

El encuentro, que será pitado por los daneses Claus Gramm Pedersen y Henrik Mortensen, se presenta apasionante y muy duro. No en vano, para las centroeuropeas la competición continental es su tabla de salvación después de haber perdido todas las opciones en su liga y con un ambiente muy enrarecido en el seno de su plantilla por cuestiones económicas.

El Rumentul Brasov realizó un importante esfuerzo económico -cuenta con un presupuesto de 3,5 millones- por superar al Valcea, su eterno rival, pero la crisis financiera le está jugando una mala pasada, al haberse quedado sin algunos de sus patrocinadores.

La situación ha llegado al límite de que sus jugadoras, que llevan meses sin cobrar, amenazaron con realizar un plante en la vuelta de cuartos de la EHF, que al final no llevaron a cabo. A causa de ello, alguna de sus piezas clave, como Cristina Neagu, han abandonado el club.