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«Esto es como el boxeo, hay que saber encajar los golpes»

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Efrén VÁZQUEZ

motociclista

Nacido en Bilbo en 1986, comenzó a pilotar con tan solo 4 años. A los 8 ya competía y con 11 se impuso en el Campeonato Vasco Navarro de Minimotos. Desde ahí su progresión fue continua, hasta que en 2007 logró disputar varias carreras en el Mundial de 250 cc. El año pasado realizó completo el Mundial de 125 cc y esta temporada repite categoría, pero ya con una moto oficial.

Arnaitz GORRITI |

El piloto de Errekalde atiende a GARA vía mail desde el circuito de Losail (Qatar), donde a lomos de su Derbi oficial afronta hoy la primera prueba del Mundial de 125 centímetros cúbicos tras una pretemporada marcada por la grave lesión que sufrió en Valencia por una caída.

Ante todo, ¿cómo está físicamente tras su accidente en Valencia? ¿Y de ánimo tras los entrenamientos de finales de marzo en Jerez?

Cada vez me encuentro mejor. Todavía no estoy al cien por cien pero hemos cumplido los plazos más optimistas de recuperación. Tras el accidente nuestro principal objetivo pasó a ser conseguir llegar con garantías al primer Gran Premio de la temporada y lo hemos conseguido.

Además, en este tipo de situaciones la confianza y la moral pueden compensar cierta desventaja física. En ese sentido, los entrenamientos que realizamos hace quince días resultaron muy provechosos. Demostramos una gran capacidad de sacrificio y los resultados que obtuvimos, objetivamente valorados, fueron muy satisfactorios. Logré ser competitivo, aun no estando en plenitud física. A nivel sicológico no creo que haya muchos pilotos más fuertes que yo en este inicio de temporada. Como se suele decir, lo que no te mata te hace más fuerte.

¿Cómo va la adaptación a una carrera nocturna?

La verdad es que el año pasado las cosas nos fueron realmente bien. De hecho, en Qatar sumé mi mejor resultado de la temporada, noveno. Esto no quita para que efectivamente resulte una carrera peculiar y necesitemos una adaptación especial.

Por eso los dos días de entrenamientos previos a este GP Qatar vienen muy bien y hay que tratar de aprovecharlos al máximo. La iluminación de la pista es más que suficiente como para evitar riesgos añadidos a los pilotos. Otra cosa sería que lloviera. En ese caso quizás ni se pudiera celebrar la carrera. Los reflejos que se producirían serían extremadamente peligrosos. Pero bueno, por algo esta experiencia se realiza en pleno desierto.

¿Qué tal le sienta una moto oficial?

Me veo muy bien con la nueva Derbi. Hemos trabajado muy duro para tener esta oportunidad y ahora hay que saber aprovecharla. Lógicamente aún estamos en fase de adaptación pero hemos avanzado mucho en la puesta a punto de la moto, pese al percance sufrido en Valencia.

Lo importante es que aún tenemos mucho margen de mejora y que parece que hemos encontrado el camino adecuado. Esto es importante porque de lo contrario te puedes pasar toda la temporada dando palos de ciego. Estas motos tienen mucho potencial, pero hay que dar con la tecla adecuada para exprimirla al máximo.

Por suerte, yo me he topado con un equipo en el que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer. En cuanto a su conducción, la Derbi requiere un pilotaje diferente al de la moto del año pasado. Debo de variar un poco mi técnica, sobre todo a la hora de forzar y buscar el límite.

Después del aprendizaje del año pasado, ¿cuáles son sus intenciones en este Mundial? ¿Se ve en el grupo de los mejores o aún es una osadía?

Si algo no me ha faltado nunca es ambición. Siempre que me subo en la moto lo hago pensando en ser el más rápido. Lo que sucede es que los rivales también buscan lo mismo. Una de las cosas que aprendí el año pasado es que los escalones hay que subirlos de uno en uno. Lo más deprisa posible, pero de uno en uno. De lo contrario asumes el riesgo de tropezar más de la cuenta.

Desde ese punto de vista este año me he de exigir más que la temporada pasada pero sin volvernos locos. El octavo de litro es una categoría en la que siempre hay un grupo muy amplio de pilotos luchando por los puestos de honor y nosotros tenemos que estar en ese grupo de diez o quince pilotos.

Eso significaría que estaríamos luchando por entrar en el Top 10. A nadie se le escapa que si te mueves regularmente en esa franja, tarde o temprano puede haber una carrera en la que puedas pelear por el cajón. Pero para eso hay que trabajar mucho y bien, y también tener fortuna.

¿Tiene la escudería Derbi alguna consigna a favor de su compañero Pol Espargaró, más experimentado que usted en el mundial?

A mi nadie me ha dicho nada a ese respecto. Desde luego en la pista todos somos iguales y todos somos rivales. Tengo claro que cuando adelanto a un piloto no me fijo en el color de su moto. Eso no quita para que el respeto que hay que tener siempre que se compita, en el caso de un compañero sea aún mayor.

Por lo demás, el equipo se está volcando por igual con los tres pilotos que compartimos estructura y no tengo ninguna queja. Es evidente que tanto Espargaró como Olivé tienen más experiencia que yo y ya saben lo que es pisar el podio del Mundial. Ellos tienen la responsabilidad y yo la oportunidad de aprender de su experiencia, sin renunciar a nada.

¿Qué pilotos ve con más opciones de alzarse con el título de 125? ¿El trajín del trabajo le dará tiempo para seguir las restantes cilindradas? ¿Tiene algún favorito o preferido?

Visto lo visto en pretemporada parece que Julián Simón esta muy fuerte en su regreso a la categoría. Se ha mostrado muy regular durante todos los entrenamientos y se podría decir que está un pasito por delante. Lo que sucede es que la temporada es muy larga y no resulta fácil mantener una línea de regularidad, que es lo que al final te da el campeonato.

Pero también se dice que quien da primero, da dos veces. Ya veremos lo que pasa. En nuestra cilindrada y en las otras dos, porque también van a estar igualadas. Intento no perder detalle de todo lo que pasa también en las otras categorías porque creo que cuanto más al tanto esté de todo mucho mejor. Forma parte de la profesión. Eso sí, no siento ninguna predilección especial por ninguno de los pilotos del Continental Circus; hay gente con muchísimo talento de la que se puede aprender, pero ídolos no.

¿Hay algún circuito o carrera que, a día de hoy, en la que le haga especial ilusión brillar? ¿En qué circuitos del Mundial se encontró mejor el año pasado?

En circuitos como Montmeló, Jerez, Cheste, incluso en Estoril, me siento muy arropado. Son trazados que están cerca de casa y a los que suelen desplazarse mucha gente conocida. Tienes a tu gente apoyando en las gradas y eso te da un plus de motivación. Poder subir al podio delante de tu afición debe ser algo tremendo.

También hay otros circuitos especiales como el de Assen. Por algo se le conoce como La Catedral. El año pasado allí completé una gran actuación y rodé en los primeros puestos hasta que apareció la lluvia y todo se fue al traste.

¿Se sufre más con una caída o cuando la moto no van tan rápido como quisiera?

Hombre, cada vez que te caes te haces bastante daño y a eso nunca te acostumbras. Además yo estoy teniendo bastante mala suerte en ese sentido y he sufrido lesiones importantes. Cuando la moto no responde lo que sientes es mucha impotencia y frustración.

Lo más importante es saber levantarte de todos los golpes; de los físicos, de los mecánicos y también de los anímicos. Esto es como un combate de boxeo. No basta con pegar fuerte o tener calidad, hay que saber encajar los golpes y mantenerte en pie. Al final todos tenemos nuestra oportunidad, siempre y cuando no hayas tirado la toalla antes.

«Para llegar arriba es fundamental no despegar nunca los pies del suelo»

Pese a su juventud, el pupilo de Herri Torrontegi tiene un discurso que demuestra una cabeza bien amueblada y que su entorno no le permite que los pájaros le llenen la cabeza. Una cualidad muy necesaria para un deporte en el que las pulsaciones se incrementan a la misma velocidad que el cuentarrevoluciones. Ambicioso, sueña con ganar un Gran Premio, aunque sabe que el camino hacia la cumbre está lleno de dificultades que debe superar poco a poco a base de trabajo diario.

Mentiría si dijera que no. Trabajo cada día para poder alcanzar esa meta. Como ya he comentado, no concibo la competición sin el aliciente de llegar a lo más alto; ser el mejor, el más rápido. Eso sí, el mundo de las carreras me ha enseñado que para llegar arriba es fundamental no despegar nunca los pies del suelo. Cada día lo tengo más claro. Se trata de poner todos los medios a tu alcance para lograr el objetivo y no cejar en el esfuerzo por muchas dificultades que encuentres en el camino. Si mantenemos la progresión de las dos últimas temporadas podemos soñar con pelear por el campeonato a medio plazo. De todos modos ese es un objetivo que siempre esta en nuestro horizonte, pero antes de llegar a él tenemos que dar otros muchos pasos. Primero aquí en Qatar. Después vendrá Japón, más tarde Jerez, Francia, Italia... Un cetro mundial no se gana en un día, hay que hacer muchas cosas bien y durante mucho tiempo. Y en ello estamos.

A. GORRITI

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