«La agricultura ecológica no debe entrar en las grandes redes de distribución»
Presidente de la asociación vizcaina de productos ecológicos Lurreko, Román Bengoa es la cabeza visible del nuevo Consejo de Agricultura y Alimentación Ecológica de Euskadi, que entra en funcionamiento un año después de que fuera aprobado por el Gobierno de Lakua. Tras catorce años dedicado a la producción de frutas y hortalizas ecológicas, es optimista «si nos unimos y aprovechamos el momento».
Joseba VIVANCO |
Ekonekazaritza, la federación de las distintas asociaciones de productores y comercializadores de productos ecológicos de la CAV, es ya historia. La nueva voz de quienes apuestan por este tipo de producción reside en el Consejo recién estrenado, que controlará el sector y promoverá el consumo y difusión. Son ya unos 230 operadores y este año se sumarán otros 15. «Pero seguimos siendo pocos», matiza Román Bengoa.
¿Qué viene a aportar para el sector este nuevo órgano?
Hasta ahora había un consejo provisional creado hace muchos años, pero con un carácter sólo de asesor y dirigido por el departamento de Agricultura del Gobierno vasco. Ahora, es el nuevo Consejo el que asume todas las competencias y, aunque el Gobierno sigue velando por el funcionamiento de este órgano, será el el Consejo quien asuma los controles, registros, inspecciones, promoción... Ahora sí tiene facultades y, al final, el Consejo queda en manos de los elaboradores y comercializadores, es decir, ahora sí tenemos las facultades para poder impulsar esta agricultura con más ahínco que las instituciones.
¿Y dónde va a volcarse este órgano para fomentar la producción ecológica?
En principio, la tarea principal para este año será apuntalar la estructura del propio Consejo y el tema de papeleo, como la redacción de las normas técnicas de producción y gestión. Una vez que nos quitemos esto de encima, empezaremos con las tareas de promoción.
La crisis económica también planeará sobre unos productos ecológicos a los que el consumidor siempre achaca que son caros. ¿Lo son tanto?
Pueden ser más caros, pero tampoco con una gran diferencia. El problema es que hasta ahora la oferta ecológica es muy limitada. Aquí, en el mercado vasco, tenemos una producción muy baja y la mayoría de productos ecológicos se traían de Andalucía, Catalunya o, incluso, Sudamérica o Marruecos. Al haber pocas cantidades y redes de distribución sin definir, el producto se encarece. Pero si conseguimos que este producto se venda de forma local, el precio se abarata muchísimo. Y, además, conseguimos que quien se beneficie sea el agricultor. Insisto, el producto ecológico del país que se vende directamente no tiene mucha diferencia con el producto convencional. Igual lo que tiene es menos fluctuación.
Pero el consumidor también se queja de que no lo encuentra en los comercios habituales...
Con el tamaño de explotaciones que tenemos, nos es imposible entrar en las grandes cadenas de distribución. Pero aparte de eso, la mayoría creemos que tampoco podemos entrar ahí. Tenemos que conseguir que la agricultura ecológica se comercialice de una forma mucho más local. Nuestra rentabilidad es baja y, si nos metemos en esos circuitos, se nos hace difícil competir y sobrevivir.
Habla de una producción limitada. ¿Está el sector estancado?
Estuvimos unos años estancados, pero en el último año se ve otra vez que están saliendo nuevos productores. Yo creo que la tendencia irá al alza. Porque el problema es esa falta de productores, pero también de una oferta más conjunta. Cada cual se organiza por su cuenta pero a la hora de ofrecer, aunque sea a tiendas minoristas, estamos muy limitados. Por eso, si no hay una unión entre productores, tendremos problemas. Porque de la agricultura ecológica se puede vivir, pero unidos lo haremos mucho mejor.
El recurso más habitual para dar salida a los productos ecológicos son las ferias. ¿Las potenciará el Consejo?
Suelen comenzar en junio y se organizan unas catorce en los tres territorios [Araba, Bizkaia y Gipuzkoa]. Pero habrá que replantearse su objetivo porque ferias convencionales también hay muchas, en cualquier fiesta o evento, es lo más sencillo de hacer y creemos que la gente está un poco cansada de las ferias, porque en todas se ve lo mismo. Habrá que replantearse el tema de las ferias y quizá dar en cada territorio un toque distinto para hacerlas más atractivas.
Otra de las salidas para estos productos es la organización de consumidores que los demanden y adquieran directamente al productor.
Sí que estamos viendo que están empezando a surgir grupos, sobre todo en zonas urbanas grandes, de gente interesada en adquirir nuestros productos. Está bien porque tiene un efecto de boca a boca, la gente oye y trata de ponerse en contacto con los productores. Nuestro mayor problema es que no podemos ofrecer con la cantidad y constancia necesarias, pero así es. Hace menos de diez años también hubo una especie de boom, todo el mundo hablaba de agricultura ecológica y parecía que esto se iba a disparar, pero perdimos la oportunidad. Así que a ver si ahora no la volvemos a desaprovechar, porque lo que está claro es que ahora está en nuestras manos, con el apoyo de la administración, pero en nuestras manos.