Zapatero destaca la importancia para España de hacer lehendakari a López
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, destacó ayer ante su grupo parlamentario en el Congreso la «gran trascendencia política para nuestro proyecto, para el País Vasco y para el conjunto de España» que tiene el que Patxi López vaya a ser próximo lehendakari. Admitió que esto va a tener un coste y supondrá mayores dificultades en el Congreso de los Diputados, pero subrayó que los intereses generales están por encima de los partidistas.
GARA |
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, presentó ayer la decisión de que Patxi López sea el próximo lehendakari (eludió mencionar que gracias al acuerdo alcanzado con el PP) casi como un sacrificio del PSOE en beneficio de intereses superiores.
En una reunión con su grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados, Zapatero explicó que la elección tiene una «gran trascendencia política para nuestro proyecto, para el País Vasco y para el conjunto de España». «Sé que la dirección del partido, el grupo parlamentario y el Gobierno van a dar todo el apoyo a Patxi López», exclamó.
Pero esta cara de la moneda también tiene su cruz, puesto que puede generar «más dificultades para llegar a acuerdos parlamentarios en el Congreso», pero Rodríguez Zapatero contrapuso que, a cambio, se fortalece la convivencia entre los vascos y se camina hacia una Euskadi «plena de autogobierno y constructiva con España».
«Todos somos conscientes» de que puede haber más «dificultades» para el PSOE en el Congreso, manifestó el presidente del Gobierno español, aludiendo a la pérdida del PNV como socio parlamentario. Pero de inmediato argumentó que «la apuesta por el cambio en Euskadi» forma parte de su carácter y de su trayectoria de «saber poner los intereses generales por encima de los intereses concretos del partido».
Según afirmó, esos intereses generales «son claros» y consisten en la apuesta por una opción de defensa de la Constitución española y de compromiso «cerrado y activo por el fin de la violencia y por la libertad en Euskadi».
«Con ello haremos un acto de coherencia con nuestro proyecto, con nuestros 30 años de servicio a la libertad y de sufrimiento por servir a la libertad y de coherencia con la convivencia democrática», apuntó Rodríguez Zapatero.
Por lo tanto, concluyó que si se complica la situación en las Cortes Generales para sacar la tarea parlamentaria, los diputados del PSOE tendrán que «hacerlo mejor».
«A trabajar más, a intensificar el diálogo», espoleó a sus compañeros, a quienes recordó que por encima de todo eso se encuentra «el futuro de la convivencia en Euskadi y el fin de la violencia y el dominio pleno de la libertad».
Comunicado de ETA
El presidente del Gobierno español también tuvo palabras para lo que calificó como «cobarde comunicado de ETA», en el que la organización armada señalaba como «objetivo prioritario» a «los responsables políticos» del próximo Ejecutivo autonómico, al que «no reconoce ninguna legitimidad democrática». Ante ello, Rodríguez Zapatero anunció que «no nos va a faltar todo el coraje para combatir la amenaza vil de la banda, no nos va a faltar coraje y no nos va a faltar todo el apoyo que sé que le van a dar todos los demócratas y el PSOE».
También el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se refirió al mencionado comunicado de ETA señalando que «sus amenazas cada vez se cumplen menos», para a renglón seguido asegurar que no son más que un estímulo para las Fuerzas de Seguridad del Estado en su lucha contra ella.
Movimiento del PNV
La alusión de José Luis Rodríguez Zapatero a que sus movimientos en Gasteiz le traerán más dificultades en las Cortes tuvo su confirmación a las pocas horas, cuando se conoció que el PNV ha decidido forzar una votación en el Pleno del Congreso sobre la reciente remodelación del Gobierno español por su incidencia en la necesaria reforma de la Administra- ción General del Estado en tiempos de crisis.
La votación se plantearía el día 28 de abril, una semana después de que el presidente explique a la Cámara Baja la remodelación de su gabinete y de que el PNV interpele al Ejecutivo por la reforma de la Administración del Estado.
A juicio del diputado del PNV José Ramón Beloki, autor de la iniciativa, los cambios efectuados por Zapatero en el Gobierno no han llevado pareja la necesaria modernización de la Administración, que no se ha desarrollado a pesar de que el ex ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla presentó un plan en este sentido a mediados de la legislatura pasada.
Por su parte, el presidente del GBB, Joseba Egibar afirmó ayer que el Estado ha decidido «condicionar el futuro» de la Comunidad Autónoma Vasca y «ha venido a tomar el poder», por lo que consideró que PSE y PP agotarán los cuatro años de legislatura porque «no van a llegar al poder para disolver el Gobierno en seis meses».
«El partido no está enfadado»
En una entrevista en Euskadi Irratia, Egibar declaró que «el Estado ha tomado la decisión de condicionar el futuro de este pueblo y ha venido a tomar el poder. Eso ha hecho de Euskadi una nación o un pueblo aparte, porque los dos partidos principales, PP y PSOE, se han unido en Euskadi a pesar de sus disputas a nivel estatal. Ambos vienen del mismo yugo y ese yugo es la estrategia de Estado».
Según apuntó, los partidos nacionalistas vascos, en general, y el PNV, en particular, deben actuar «con responsabilidad» porque «esa estrategia de Estado tiene vocación de perdurar». «PP y PSOE no van a llegar al poder para disolver el Gobierno en seis meses -añadió-. La vocación es tomar el poder partiendo de esa estrategia de Estado y continuar en él para tener controlado el ámbito vasco».
El dirigente jeltzale abundó en la tesis que tanto PSE como PP «saben que los verdaderos vencedores de las elecciones han sido el PNV y el lehendakari Ibarretxe», y aseguró en la entrevista que «la mayoría de los ciudadanos no entiende lo que está pasando y la gente está enfadada, pero no el partido».
José Luis Rodríguez Zapatero ha elegido a Eduardo Madina para que sea el nuevo secretario general del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, cargo que hasta ahora ocupa Ramón Jáuregui, que va a ser enviado al Parlamento Europeo. El presidente comunicó ayer su decisión a los diputados del PSOE, que acogieron el nombramiento con un aplauso.
Eduardo Madina nació en Bilbo hace 33 años y en febrero de 2002 sufrió un atentado de ETA cuando era dirigente de las Juventudes Socialistas del PSE. Es diputado desde 2004 y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE desde julio de 2008. Licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Deusto y master en Relaciones Internacionales y en Recursos Humanos, es profesor de Historia Contemporánea e Integración Europea en la Universidad Carlos III de Madrid.
Rodríguez Zapatero aseguró que «Eduardo Madina es un compañero excepcional por su valía, por su carácter y por su talante», y destacó también su juventud.
Madina aseguró que asumirá su nueva tarea teniendo como «espejo político» a Ramón Jáuregui. «Cada palabra de Ramón, en mi vida, es muy importante», sentenció. Según afirmó, el cargo supone «una gran responsabilidad» en un Parlamento «bonito para trabajar, difícil para convivir políticamente y nada cómodo».
A Eduardo Madina le toca ahora la difícil tarea de tender puentes y buscar acuerdos con otros grupos parlamentarios para evitar que el Gobierno y el PSOE pierdan nuevas votaciones en el Congreso.
Cuando a los dirigentes del PNV se les pregunta por el futuro de Juan José Ibarretxe y si se quedará en el Parlamento de Gasteiz, es imposible encontrar una respuesta concreta. Ayer fue el portavoz del grupo parlamentario, Joseba Egibar, quien afirmó que el PNV «comienza una nueva fase» y que serán «los 30 parlamentarios» los que dirijan la labor de oposición durante los próximos cuatro años. «El jefe de la oposición va a ser el PNV», aseguró.
Egibar destacó que los pasos dados durante los últimos diez años con el Gobierno de Juan José Ibarretxe han sido «cualitativos» a pesar de que, en su opinión, «desde esa estrategia de Estado han pretendido hacerlos desaparecer y arrinconarlos». A su vez, subrayó que la aportación del lehendakari ha sido «cualitativa e histórica». «Eso no quiere decir que Ibarretxe sea historia, sino que, y pongo al tiempo por testigo, volveremos a esos pasos dados, si es que queremos dar una solución a los verdaderos problemas políticos de este país», reiteró.