Pudo ser rojillo hace dos temporadas, pero la operación se frustró. Con la vuelta de Roberto Soldado al seno madridista, Osasuna puso los ojos en la cantera blanca para buscar sustituto en el siempre complicado puesto de ariete. Como había ocurrido en el Castilla, donde reemplazó al valenciano, Álvaro Negredo era el elegido.

Corpulento, trabajador, con hambre de fútbol y originario de Vallecas, un barrio donde se respira fútbol y humildad. Esas eran las cartas de presentación de un delantero que le venía como anillo al dedo a la escuadra navarra. Incluso se llegó a un preacuerdo con el Real Madrid y el jugador, quien declaró a un medio navarro que recalar en el conjunto rojillo era su mejor opción de entre las que barajaba por aquel entonces.

Sin embargo, todo quedó en agua de borrajas. Desde Osasuna se apuntó que fue un problema con su representante. El futbolista, sin embargo, aseguró a GARA que los motivos fueron deportivos. «Osasuna ya había fichado a Portillo y yo lo que quería era seguridad por tener minutos y eso el Almería me lo garantizaba. No estoy arrepentido de la decisión que tomé». El club navarro se buscó la vida fichando a Pandiani y Dady.

Precisamente quien pudo ser jugador de Osasuna es ahora la principal amenaza de los rojillos este domingo en su camino por continuar con la excelente remontada que culmine con la certificación de la permanencia. No en vano, Negredo ya consiguió uno de los dos goles con que el Almería derrotó a los rojillos la pasada campaña en el estadio de los Juegos del Mediterráneo y en la presente tranfor mó un penalti en El Sadar, que no sirvió de mucho, pues la escuadra navarra acabó remontando con un 3-1.

Deseado por los grandes

El madrileño lleva acumulada una treintena de goles con el conjunto andaluz -es el mejor rematador de cabeza de la presente temporada, con seis dianas- , lo que no ha pasado desapercibido para clubes con mayor chequera, como Liverpool o Valencia. Incluso el Real Madrid se plantea ejercer su opción de recompra para incluirlo en otra operación de mayor calado.

El delantero está tranquilo, porque ahora para él lo más importante es «contribuir a la salvación del Almería», de ahí que el choque contra Osasuna «sea fundamental para nosotros», reconoció. Pero los rojillos no se lo van a poner fácil, «porque es un equipo guerrero y peleón, en el que también hay jugadores de mucha calidad». Además, asusta la racha de los de Camacho. «Sí, están en un grandísimo momento, como ya se pudo comprobar hace dos jornadas en el Vicente Calderón», confesó.