La Premier League no sólo es el torneo de moda, sino también el más competitivo. Y ello lo viene demostrando en las últimas temporadas cuando se mide a otros clubes del viejo continente. Sólo el Milan y el Barça, que volverá a enfrentarse en solitario a la armada inglesa como en las semifinales del año pasado, han tratado de ensombrecer el reciente dominio inglés.

Por tercer año consecutivo, tres equipos de la isla estarán en el paso previo a la tan ansiada final y dos la completaron en la edición de 2004-05. En esta ocasión, el Arsenal, que se jugó y perdió el título con los culés en 2006, tomará el relevo al Liverpool, presente en las dos últimas ediciones en este penúltimo escalón.

Los de Arsène Wenger vapulearon al Villarreal en el Emirates Stadium (3-0), merced a un madrugador gol de vaselina de Walcott, que encarriló la eliminatoria para los londinenses prácti- camente desde el inicio del choque. Los castellonenses lo intentaron, sobre todo en la segunda parte, pero sin transmitir la sensación de hacer daño.

El tiempo fue corriendo a favor de los locales, pendientes de hacer sangre con el error del rival. Y éste llegó al cuarto de hora de la reanudación cuando Van Persie se aprovechó de uno de los numerosos balones perdidos en el medio campo por el submarino amarillo para servir de manera precisa a Adebayor quien, con la caña ya preparada, cruzó el 2-0 ante la salida a la desesperada de Diego López.

Un penalti dudoso acabó por desquiciar al Villarreal -expulsión de Eguren por protestar, incluída- y certificar la goleada de una escuadra que no está dando el rendimiento esperado en la Premier, pero que ha acabado plantándose en semifinales, pese a sus numerosas lesiones y a no poder contar con Arshavin.

Golazo de Ronaldo

El problema del Arsenal es que en ese cruce se enfrentará a los actuales campeones, que hicieron valer su condición en el estadio de los dragones gracias a un golazo de Cristiano Ronaldo desde más allá de 35 metros, en el que pudo hacer bastante más Helton, quien ya diera muestras de su inseguridad en la eliminatoria contra el Atlético.

Al igual que sus compatriotas, el Manchester United también encarriló rápido el pase -el 0-1 fue a los seis minutos- y, a partir de ahí, se dedicó a imponer su ritmo ante un decepcionante Oporto del que se esperaba bastante más tras lo visto en la ida en Old Trafford.

Los lusos, que se vieron a las primeras de cambio sin uno de sus jugadores más importantes, Lucho González, lesionado, sólo inquietaron en jugadas aisladas donde pusieron de manifiesto su escasa puntería.