El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció ayer la existencia de un plan para atentar contra su vida y la del vicepresidente Álvaro García Linera. De visita oficial en Cumaná (Venezuela), donde participó en la VII Cumbre Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), reveló que el miércoles tuvo conocimiento de que se estaba preparando «algún atentado» por lo que «di las instrucciones a los jefes policiales para detener a estos mercenarios». Tal denuncia fue ratificada por García Linera, que informó de la muerte de tres supuestos mercenarios extranjeros tras un tiroteo en un hotel de Santa Cruz, a 900 kilómetros de La Paz y cuna de la oposición.

Al parecer, procedían de Hungría. «Se tiene que esclarecer quién trajo a estos terroristas desde Croacia. Quién pagó sus pasajes, quién los mantenía, quién les daba dinero para vivir de hotel en hotel y contratasen casas». En el hotel Las Américas, la Policía arrestó a dos personas y muy cerca del lugar, en un cibercafé hallaron material bélico.

«Hemos encontrado también mapas, planos y documentos que no sólo hablan de hechos pasados, sino también de la preparación de futuros atentados contra altas autoridades del Gobierno nacional (...) Se han encontrado explosivos preparados para futuros actos de terrorismo», precisó García Linera.

«Apagar el triunfo popular»

«¿Qué ha hecho la derecha en Bolivia? Como el pueblo ha triunfado con la promulgación de una nueva Ley Electoral, ¿qué hizo? Siempre hicieron lo mismo. Cuando el pueblo triunfa, la derecha inventa cualquier comentario para desviar la información y apagar ese triunfo del pueblo y esa acción. Saludo a la Policía Nacional por este gran operativo», subrayó Morales.