Con todos los peligros que entraña enfrentarse al posiblemente equipo más en forma de la Liga, un conjunto de toque al que Anoeta se le amolda perfectamente y que cuenta en sus filas con la mejor pareja de goleadores de Segunda División, la Real tiene hoy una gran oportunidad, su última opción de reengancharse a la lucha por el ascenso, para lo que tendría que robarle la magnífica racha en la que han llegado a Donostia los chicharreros.

Y es que, el equipo de Oltra se presenta en Anoeta después de no haber conocido la derrota desde el 11 de enero, cuando cayó en casa del actual líder, el Xerez, por 2-0. Desde esa fecha, los chicharreros han encadenado ocho victorias y cinco empates, lo que les ha colocado en el segundo puesto de la clasificación. Una proyección similar en los diez compromisos que le quedan a la Real pondría a los de Lillo en torno a los 75 puntos, una cifra que debería servir para conseguir un objetivo que parece demasiado lejos.

Dramé, convocado

Pero para poder mantener viva esa ilusión en la que muchos han perdido la fe tras los empates ante Nastic y Eibar, la Real no puede dejar de conseguir la victoria ante un rival directo en esa pelea, al que dejaría a seis puntos, con el gol average a favor tras el empate a uno obtenido en el Heliodoro Rodríguez.

El choque de hoy en Anoeta pondrá frente a frente a una de las mejores delanteras del campeonato, entre Nino (19) y Alfaro (15) llevan 34 goles -uno menos que toda la Real en la presente temporada- contra la mejor defensa de la categoría, la de la Real, que ha encajado quince goles menos que los canarios.

No obstante, Lillo tendrá problemas en la línea más fuerte del equipo, ya que no podrá contar con el sancionado Mikel González y habrá que ver el estado de un Mikel Labaka que apenas ha entrenado entre semana, pero que entró en una lista de convocados en la que el tolosarra metió a todos los disponibles y en la que la novedad fue la incursión de Dramé.

También es importante, sobre todo a la hora de generar juego ofensivo, la ausencia del lesionado Sergio Rodríguez, lo que unido a los problemas de defensa, podría hacer que el entrenador cambie ese esquema asimétrico de tres defensas, para apostar por un 4-4-2, con la vuelta de Xabi Castillo y la presencia de un segundo delantero junto a Abreu como las principales novedades. No obstante, fiel a su costumbre, Juanma Lillo no ha querido desvelar sus cartas entre semana y habrá que ver con lo que intenta sorprender ante los tinerfeños.

El Tenerife presentará su once de gala con el lateral diestro Marc Bertrán y el centrocampista reconvertido a central por Oltra, Manolo Martínez, después de haber cumplido su encuentro de sanción ante el Levante. En su vuelta a Anoeta, el tolosarra Mikel Alonso deberá comenzar el partido desde el banquillo salvo sorpresa mayúscula.