El corredor del Katusha obtuvo la victoria más importante de su carrera a los 34 años
El fondo de Serguei Ivanov se impone en la Amstel
El ruso fue más fuerte que los favoritos, a los que se les atragantó la subida final por el alto kilometraje y la dureza de la carrera. Samuel Sánchez acabó decimocuarto sin poder entrar en la disputa de la prueba.
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Serguei Ivanov (Katusha) logró la victoria en la prestigiosa Amstel Gold Race al imponer su fortaleza ante los favoritos, que no pudieron atrapar en la subida final del Cauber al trío de escapados que conformaban el ruso, Kroon y Gesink pese a que los tenían en el punto de mira.
Ivanov logró a los 34 años la victoria más importante de su carrera junto con la alcanzada en el Tour del 2001 cuando corría en Fassa Bartolo. Ya al año siguiente fue segundo en la Amstel, octavo en el 2004 y décimo en el 2006. Por eso, aunque no entraba entre los favoritos, tampoco la victoria puede resultar especialmente sorprendente porque el ruso acumula cantidad de puestos entre los diez primeros en las principales clásicas en las que se imponen los corredores como él, de gran fondo. Y la Amstel es de las tres pruebas ardenesas la que más se asemeja a las flamencas y eso se comprobó en unos últimos kilómetros, en los que todos los candidatos no tuvieron la chispa para atrapar a los escapados.
Entre todos ellos, Ivanov fue el más fuerte. Ya lo había demostrado unos kilómetros antes al saltar detrás de Kreuziger, que lanzó el penúltimo ataque serio de la prueba. Pero Nibali, el inseparable compañero del checo de Liquigas, se pegó a la rueda del ruso sin dar relevos a pesar de que éste se lo pedía y decidió esperar al grupo. Tras coronar la penúltima subida, Gesink atacó y tras él volvió a salir Ivanov junto a Kroon. Esta vez sí se entendieron los dos y cazaron al holandés y le superaron en la última ascensión, en la que ninguno de los integrantes del grupo de favoritos pudo aprovechar el gran trabajo del Silence, que dejó a los fugados a unos pocos segundos cuando se entraba en el kilómetro final.
Protagonismo de Euskaltel
En ese primer grupo entró Samuel Sánchez, que acusó la falta de fondo en una prueba de 258 kilómetros. Se quedó cortado en la penúltima subida y, aunque consiguió enlazar en la bajada junto con Valverde, ninguno de los dos llegaron a entrar en la disputa del sprint del grupo a pesar del esfuerzo de Euskaltel, sobre todo Juanjo Oroz, y Caisse d'Epargne. Fueron los equipos que más trabajaron en una parte inicial de la prueba marcada por una fuga de seis hombres -Terpstra (Milram), Bertogliati (Serramenti), Klimov (Katusha), Arashiro (Bouygues), Timmer (Skil-Shimano) y Bozic (Vacansoleil)-, que llegaron a contar con catorce minutos de ventaja, pero sin ser nunca una amenaza.
Luego Óscar Freire desató las hostilidades cuando la carrera entraba en su parte final. El cántabro lanzó varios ataques que le llevaron a quedarse en cabeza junto con Agnolli (Liquigas), Terpstra (Milram) -el único superviviente de la fuga inicial- y Burghard (Columbia), que obligaron a trabajar por detrás a Caisse d'Epargne y Euskaltel.
La siguiente fuga importante la formaron Devenyns (Quick Step), Rogers (Columbia), Andy Schleck (Saxo Bank), Kreuziger (Liquigas), Gasparotto (Lampre) y Carrara (Vacansoleil). Por detrás Silence mandó en el pelotón, con un gran trabajo de Vandenbroeck y Thomas Dekker al final, pero a su líder Gilbert le faltó un poco para luchar por la victoria y se tuvo que conformar con el cuarto puesto.
Susto de Frank Schleck
La carrera estuvo marcada por una preocupante caída de Mathew Lloyd (Silence) y Frank Schleck (Saxo Bank). El luxemburgués se quedó inmóvil en la carretera y se temió por su estado, pero las pruebas que le realizaron fueron positivas y determinaron que no sufre ninguna fractura ni heridas de gravedad. Sólo una leve conmoción cerebral que obligó su traslado a un centro hospitalario, aunque se esperaba que recibiera el alta anoche o durante el día de hoy.