Mendizorrotza Al Glorioso se le acaba la esperanza
Condenados a creer en milagros
La permanencia se escapa a siete puntos para el equipo albiazul, después de que dos fallos de contundencia en defensa permitieran remontar al Xerez por medio de Calle y Momo un gol de Javi Guerra en el que el línea había levantado el banderín por fuera de juego.
DEPORTIVO ALAVÉS 1
XEREZ 2
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
El Deportivo Alavés está ya en una situación en la que sólo le queda creer en milagros y aferrarse a unas matemáticas que cada vez le son más adversas. En una semana en la que tanto se ha hablado de actitud, fue otro factor psicológico, el de la ansiedad y la presión, el que terminó de hundir a un equipo que quiso pero no pudo y que fue víctima de sus nervios y una falta de contundencia imperdonable en el fútbol profesional.
Aunque pueda parecer una obviedad, la tabla clasificatoria ejerció una presión muy diferente entre el nuevo líder y un Alavés que se queda a siete puntos de la salvación, que pueden ser ocho por el gol average con Celta y Córdoba, los dos equipos que ahora mismo parecen más «alcanzables». No obstante, remontar esa cantidad de puntos cuando en las últimas siete jornadas se han sumado sólo dos, parece una quimera.
En esta tesitura, ni siquiera cuando parecía que la suerte albiazul había comenzado a cambiar; todo un líder había fallado oportunidades claras y el Alavés se había adelantado en una jugada en la que el juez de línea había levantado la bandera por fuera de juego, fue capaz el Glorioso de mantener la calma y pagó su falta de contundencia con un gol al minuto siguiente que terminó de matarle.
Al Xerez el resto de resultados también le obligaban a sumar de tres en tres, pero la confianza en su momento de juego les sirvió para aguantar primero la briosa salida albiazul y jugar después con esa sucesión de errores e imprecisiones que la angustia llevó a cometer al conjunto gasteiztarra.
Empuje sin resultados
Con una nueva defensa y otro centro del campo novedoso con el desaparecido Moreno y Cuevas en bandas, el Alavés salió con mucha intensidad, lo mínimo exigible, pero sin claridad para llegar al área rival. Un gran remate de Astudillo en un corner que obligó a lucirse al portero Chema fue su mejor opción.
Por contra, a pesar de acusar las bajas en su centro del campo, el Xerez dispuso de buenas oportunidades, primero en dos intentos fallidos de tirar el fuera de juego en dos faltas -una alternativa que no estaba prevista- y otra magnífica en un contragolpe que nació en una falta a favor y que Calvo no acertó.
El partido se fue abriendo en la segunda mitad, a la medida en la que ambos buscaron el triunfo y el Alavés comenzó ganando con un polémico gol que Cuevas puso para que Javi Guerra rematase de cabeza.
Sin embargo, la alegría apenas duró un minuto y Calle aprovechó una sucesión de rechaces para empatar y ahí acabó todo. Momo aprovechó otro barullo para poner el 1-2 y a los albiazules ya sólo les queda aferrarse a la esperanza.
Demasiadas palpitaciones, fruto de la ansiedad. Fue, en opinión de los protagonistas albiazules, una de las claves de la remontada del Xerez.
«Se nos ha ido el partido cuando mejor se nos había puesto -reconoció Javi López-. Teníamos que haber aguantado un poco con el 1-0 y seguramente habría tomado otra dirección. Pero ha llegado el empate y el equipo se ha vuelto un poco loco. Ha tirado de corazón, pero ha pensado poco». «No hemos sabido manejar el partido -añadió- cuando se nos ha puesto a favor. Hasta ese momento, el equipo había estado ordenado, fuerte, salvo en algunos detalles como dos acciones de estrategia que no hemos defendido bien». Pero llegó el empate e, insistía Javi López, «la ansiedad» se dejó notar. Fruto de ella, «complicamos situaciones que son más sencillas. ¿Que empatan? Pues seguimos concentrados, como hasta ese momento, y ya llegará, como había llegado antes. Pero no lo hemos hecho. Hay que tener el corazón caliente, pero la cabeza fría para pensar y eso a nosotros nos cuesta», subrayó.
Sea cual sea el motivo, lo cierto es que el panorama empeora, aunque el técnico asegura que su equipo seguirá «adelante, sabiendo que la situación es complicada, pero que no hay nada imposible».
El problema es que no existe una «varita mágica», como asumía el propio Javi López. El técnico tiene «la conciencia tranquila» por su trabajo y también pone la mano en el fuego por sus jugadores. «Estoy contento con el trabajo y el esfuerzo -asegura-. No puedo decirles nada porque veo a todo el mundo con voluntad de hacer las cosas bien y estoy convencido de que va a seguir así». ¿Será entonces que este Alavés no da para más? No lo cree el entrenador alavesista que, ante esta pregunta, aseguró que no hay «varitas mágicas. Si tuviese una pócima, la utilizaría. Hacemos cambios, trabajamos para mejorar, pero esto es fútbol, juegas contra un rival y, aún haciendo las cosas bien, a veces no es suficiente», reconoció.
Esteban Vigo, por su parte, explicó que la situación clasificatoria de su anfitrión jugó en favor del Xerez. «Sabíamos que teníamos que dejar pasar el tiempo. Se han adelantado, pero hemos reaccionado de inmediato y a partir de ahí, hemos sabido jugar a un equipo con urgencias», aseguró. De ahí que considerase clave, «ante un equipo en esta situación, empatar de inmediato». Aseguró, además, por la propia experiencia del Xerez, que coqueteó con el descenso durante casi toda la temporada pasada, que el andaluz no será el único rival que intente aprovecharse. «Es muy difícil jugar en esa situación y los rivales vienen a jugar con esa presión y esa necesidad», explicó.