Los hechos, según relató el Departamento de Interior de Lakua, tuvieron lugar en el polígono industrial de Azbarren, en Basauri, cuando una patrulla de la Ertzaintza realizaba tareas de vigilancia para prevenir e investigar varios robos cometidos en la zona por, en palabras de Interior, «una banda organizada de personas procedentes del este de Europa». El último caso había tenido lugar en un almacén de Eroski y, según la Policía autonómica, los ladrones habrían dejado el botín en las cercanías del puente de La Baskonia.

A su alrededor, desplegó un dispositivo de vigilancia. Sobre las 23.00, tal y como explicó Interior, un vehículo con cuatro ocupantes llegó y, al detectar la presencia policial, intentaron huir tratando de atropellar a los agentes. Fue entonces, según la versión oficial, cuando un policía cayó sobre el capó del turismo y el arma que portaba se disparó, por causas que se están investigando. El disparo alcanzó a uno de los presuntos delincuentes, mientras que otras tres personas huyeron corriendo.

Los sanitarios de una ambulancia UVI de Osakidetza, solicitada por los ertzainas, atendieron a la persona herida de bala, aunque ésta falleció en el lugar de los hechos. Por su parte, el policía atropellado recibió asistencia, aunque no presentaba heridas de gravedad. La Ertzaintza mantiene un operativo de rastreo en la zona y realiza labores de búsqueda del resto de las tres personas huidas.

Tercer muerto desde febrero

La muerte del presunto ladrón en extrañas circunstancias en el polígono Azbarren de Basauri se suma a otros casos que se han saldado con el fallecimiento de otras dos personas, una de ellas ertzaina, ocurridos en Bizkaia en los últimos meses.

Así, Muskiz fue escenario en la madrugada del 4 de febrero de un trágico suceso, cuando un hombre de 36 años perdió la vida, ahogado, intentando huir de agentes de la Policía autonómica, que le habrían sorprendido robando en un local utilizado por los socorristas en la playa de La Arena, según la versión difundida por el departamento que aún dirige Javier Balza.

Unas jornadas después, en la madrugada del 21 de febrero, un ertzaina falleció al ser arrollado por una furgoneta que se saltó un control de alcoholemía en una rotonda en los límites del municipio de Sestao. Al ver que el vehículo no se detenía, varios agentes abrieron fuego e hirieron a sus ocupantes. Una mujer de 25 años resultó herida de bala de gravedad.

Según informó entonces Interior de Lakua, al percatarse de la presencia policial, el conductor hizo caso omiso a las indicaciones de los agentes y atropelló a uno de ellos, arrastrándolo unos 300 metros bajo el vehículo. Por su parte, al no detenerse tras darle el alto, varios policías autonómicos abrieron fuego contra los dos ocupantes de la furgoneta -un hombre de 19 años y una mujer de 25 años- y consiguieron detenerla.