Raimundo Fitero
Un poco de pena
Qué está pasando con «Aída»? Sigue manteniéndose con unos resultados de audiencia bastante envidiables, pero está en un proceso de cambio tan grande que hay muchos tramos en los que se nos hace irreconocible. La salida de Carmen Machi no ha encontrado una buena sustitución. No ha sido una salida drástica, se mantuvo durante varias entregas en un sí es no, pero si bien lograron encontrar la manera de que desaparezca, es decir mandándola a la cárcel, el equipo de selección de personal no ha logrado reforzar artísticamente lo que ya tenía, y los guionistas han entrado en una fase de confusión que lleva a mantener el tono comunicativo fuera de lo que habían sido sus constantes, por lo que nos parece que nadie ha tomado las riendas, y todos, por una especie de virus, han ido perdiendo fuerza, como si se hubieran contagiado y ninguno lograra destacar para hacerse con el protagonismo definitivo.
Paco León, que parecía el heredero natural, parece que ha manifestado a la productora su cansancio, sus ganas de cambiar de registro, lo que de ser verdad, sería el golpe definitivo para su viabilidad. Y eso que quedan personajes y actores y actrices que logran momentos gloriosos, pero siempre en un segundo plano, en una segunda trama, nunca como la principal. Y ahora, a mi entender, son demasiados secundarios, ves un capítulo y no acabas de tener una idea central, sino que se vuelve muy anecdótico y, además, en un terreno ajeno. Se ha perdido la pegada cómica, la risa, el sarcasmo se ha transformado en una suerte de melodrama grotesco, una clave que requiere de otro timbre interpretativo y que parece que no todo el reparto ha sabido transitar.
Por todas estas cosas y otras muchas más, uno siente un poco de pena al ver como una de las series más solventes se va disolviendo en el ácido de los desamores. Nadie niega el oficio de guionistas, realizadores, actores, pero cuando se pierde la ilusión coaguladora de todas las energías se nota, y, a mi entender, eso es lo que sucede con esta fase de «Aída». Sin olvidarnos de que la cadena, Tele 5, no anda muy boyante y parece sufrir una desafección de la clientela y eso también influye.