Uno ha visto decenas de veces las imágenes del penalti pitado a Carlos Martínez sorprendido por cómo algunos han compartido su señalización. Y las distintas tomas demuestran que Kome se comienza a dejar caer antes de que le toque Carlos Martínez y que éste despeja el balón sin ayudarse de ese contacto. Y eso no es penalti, aunque sí es una acción que no debió realizar por el riesgo que entrañaba. Parece que interesa culparle del penalti para aumentar la carga por el segundo gol, en el que hace lo mismo que Rivas en esa jugada. Cabecear mal para atrás un balón sencillo. Y nadie habla del fallo de Rivas. «Es el peaje de la cantera», escribía un colega. Es normal que cometa más errores un joven, sobre todo cuando no juega dos partidos seguidos desde el 1 de noviembre pese a su asistencia y gran juego de Castellón, y sale revolucionado. Pero tiene condiciones para ser un muy buen lateral cuando se asiente. El peaje que paga la Real por Carlos Martínez -1.255 minutos jugados- es de 88.300 euros brutos -sin contar la posible rebaja o diferimiento-, seis veces menos que la ficha de Gerardo. Y Zubikarai -120.000 euros- ha dejado su portería a cero en sus últimos 530 minutos de Liga. Agirretxe lleva cinco goles legales en 709 minutos y la Real le debía pagar el año pasado 38.000. Necati no lleva ninguno en 1.142 minutos y el peaje es de 460.526. El de Moha es de 389.371 y lleva 1.114 minutos. Son 14º y 15º en el ranking y de no lesionarse Elustondo y Díaz de Zerio serían el 16º y 17º. Dramé es el 22º con 90 minutos. Su peaje es de 395.000 euros, más las comisiones. La Real puede tener catorce jugadores que ofrezcan garantías por su experiencia en Segunda y su proyección, y a partir de ahí canteranos que asuman el papel que este año de salida cubrían los Ansotegi, Martínez, Zubikarai, Markel, Estrada y Agirretxe y que el próximo deberán cubrir también los Viguera, Illarramendi, Ros y Sarasola... No hay elección posible, es la única autopista que puede conducir a la Real a Primera y ese peaje es el más barato.