Cuando las matemáticas y la lógica son tan adversas, al ser humano sólo le queda apelar a la épica y el Deportivo Alavés ya ha encontrado su argumento para mantener viva la fe, al menos durante una de las semanas más delicadas de su historia. Junto con el derbi ante la Real, el partido de Balaídos supuso un hito muy recordado en la salvación de la pasada campaña y, después de haber conseguido en su día una remontada similar ante los guipuzcoanos, Martín Astudillo, que ayer reconoció que la actual es la situación deportiva más complicada de su carrera, mira a Vigo como el faro que debe guiar la esperanza del equipo albiazul.

Dentro del entorno albiazul, son los profesionales los que más confianza muestran en sus posibilidades y ayer fue el capitán Martín Astudillo el encargado de enarbolar la bandera del optimismo, que apunta a un Celta que sólo ha conseguido una victoria en las últimas trece jornadas. «Nos queda todavía una oportunidad ante un rival directo que vendría a ser el Celta, porque con el Córdoba ya hemos jugado los dos partidos y tienen el gol average y siete puntos y se hace muy complicado. Tenemos que ir a por el Celta y llegar al partido de Balaídos con la menor diferencia posible para afrontar el partido contra ellos para jugárnoslo todo», declaró el argentino.

Si la pasada temporada la cita de Balaídos se produjo en la última jornada, esta vez llegará en la antepenúltima, pero para que esa cita tenga la transcendencia de la de junio pasado, el Alavés deberá antes reducir los siete puntos que les sacan actualmente los de Eusebio. Superar el average particular en este caso tampoco será sencillo, ya que los gallegos vencieron por 1-2 en Mendizorrotza en la primera vuelta y el cómputo general también es muy favorable a los vigueses, por lo que habría que ganar por al menos dos goles de renta.

Mejor calendario

Puestos a buscar más motivos para el optimismo, el calendario puede dar otro respiro a los albiazules, ya que mientras en esta fase definitiva el Alavés sólo tendrá que medirse al Tenerife de entre los equipos que luchan por el ascenso, el Celta tiene que jugar todavía contra los cinco primeros clasificados que, vistos sus resultados en la última jornada, puede ser otro buen momento para recortar diferencias, aunque para ello habrá que dar un vuelco a la dinámica suicida que arrastra el Alavés.

Para ello, una de las primeras cosas que debe hacer el equipo de Javi López es tratar de aislarse mentalmente de esa presión que le está atenazando en los últimos partidos. «A veces se ha jugado bien y no se ha conseguido ganar, lo que hace que quizá le demos demasiadas vueltas a la cabeza y eso te pasa factura. Yo por mi parte no doy nada por perdido», señaló Astudillo.

Como capitán, Astudillo estuvo hablando con todos sus compañeros y destacó que «hoy ninguno se ve con la cabeza baja, ni pensando que todo está perdido y eso es bueno para saber que están implicados».

Sin grandes secuelas

También es importante que el partido ante el Xerez no dejase más secuelas físicas que unos problemas musculares de Albacar y Moreno que no parecen ser nada graves y los médicos esperan que puedan entrenar hoy sin más problemas.