Los nombres de Patxi López y Juan José Ibarretxe ya están en el Registro del Parlamento como candidatos a lehendakari para la sesión de investidura que se celebra el martes. Posteriormente, fueron sus compañeros José Antonio Pastor (PSE) y Joseba Egibar (PNV) quienes dieron explicaciones ante los medios. El contenido de sus propuestas pasó a segundo plano toda vez que la votación ya está decantada de antemano por el apoyo del PP a López, así que ambas comparecencias estuvieron dedicadas a criticarse mutuamente y reforzar la posición propia de cara al futuro.

Comenzando por el que será lehendakari, el PSE afirmó que «empieza la cuenta atrás de lo que va a ser el inicio de un nuevo tiempo político que terminará con un ciclo de enfrentamientos y de políticas excluyen- tes». Lo contrapuso, por tanto, con la era de Juan José Ibarretxe, de quien dijo que ha sido «partidista y sectario».

A partir de ahí, José Antonio Pastor se dedicó a censurar la comparecencia de despedida hecha por el Gobierno tripartito, con Ibarretxe a la cabeza, el miércoles en Ajuria Enea. En réplica a la afirmación del todavía lehendakari de que se siente «orgulloso» de haber impulsado el nuevo Estatuto o la Ley de Consulta, Pastor afirmó que «no es cierto que eso que llama hitos democráticos lo sean, porque fueron únicamente obstáculos en el camino de la verda- dera democracia».

El portavoz del PSE en el Parlamento de Gasteiz dio la vuelta a los argumentos de Ibarretxe para afirmar que con esas iniciativas «no se reforzó la identidad vasca, sino que ésta fue manipulada y pervertida, tratando de convertirla en identidad nacionalista». Valoró, además, que con estos proyectos se trató de crear «una sociedad de buenos y malos, de ciudadanos vascos de primera y segunda».

«Fracaso político y electoral»

Para Pastor, «si alguna imagen caracterizó esa rueda de prensa fue la de imagen del fracaso político y electoral de los dos socios del PNV y la imagen del fracaso político de Ibarretxe, que evidentemente no pudo reeditar su gran apuesta política, que es el tripartito».

Pastor respondió incluso a las declaraciones hechas poco antes desde ese mismo parlamento por Joseba Egibar, tras registrar la candidatura de Ibarretxe. En su opinión, la situación actual «evidencia la absoluta soledad parlamentaria del PNV», al que recordó que «en la primera ronda de negociaciones se mostró absolutamente incapaz de concitar apoyos para promover la candidatura de Ibarretxe».

Egibar había afirmado que es consciente de que López será el nuevo lehendakari, pero que «el liderazgo ni se inventa ni se compra, y la sociedad vasca se lo ha otorgado a Ibarretxe y al PNV». Dijo que desde esa premisa acudirán al debate del martes «con absoluta normalidad y asumiendo el resultado», y que a partir de ahí la formación jeltzale «seguirá trabajando a partir de esa mayoría social».

Para el presidente del Gipuzku Buru Batzar, la sesión de investidura «no será un contraste de proyectos, sino de modelos de relación, hacia dentro y ante los poderes del Estado». Afirmó que en ella se va a poner en evidencia «la fragilidad y la debilidad» del Gobierno de Patxi López, dado que «responde a un acuerdo de Estado, pero no de gobernabilidad».

Egibar deseó que el debate del martes sea «clarificador» de cara a «diseñar las políticas del presente y del inmediato futuro», una tarea que en su opinión «vamos a tener que hacerla de la mano».

«Nosotros presentamos un programa de actuación, bien sea desde el gobierno o desde la oposición, para desarrollar una acción política», precisó el parlamentario jeltzale. Así, defendió que la candidatura de Ibarretxe cuenta con recetas efi- caces para hacer frente a problemas como la crisis, la normalización política o la pacificación, mientras que entiende que las contenidas en la propuesta del PSE, que apoyará el PP, «son un retroceso».

En el debate del martes será primero Ibarretxe y después López quien someta su candidatura a votación. Si se cumplen las previsiones, el primero obtendrá sólo 30 votos, a ocho de la mayoría necesaria, mientras que el líder del PSE sumará 39: los de su partido, del PP y UPyD. De la Cámara están excluidos los representantes de la izquierda abertzale: sólo computando como válidos los votos de quienes apostaron por esta opción pese a ser nula ya tendría siete electos, y la mayoría cambiaría.