«X-Men Orígenes: Lobezno» El nacimiento del líder de los mutantes
El estreno de la «precuela» y «spin off» de la saga «X-Men» llega rodeado de incertidumbre a las pantallas, como consecuencia de la difusión de una copia pirata incompleta en internet. La Fox promete cambios y sorpresas a los que acudan a ver la versión definitiva en los cines.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
El clima que se respira ante el estreno de «X-Men Orígenes: Lobezno» está bastante revuelto, sin que nadie se atreva a pronosticar si la película va a ser un éxito o un fracaso. La incógnita se debe a la intromisión de internet en su proceso de difusión, después de que una copia pirata fuera lanzada a través de la red. A esa versión le faltaban diez minutos y todavía no tenía incorporados algunos efectos especiales, con lo que se convertía en un material engañoso. Sin embargo, los internautas han copado los foros vertiendo opiniones de tal visionado incompleto, que han dejado traslucir de forma precipitada cierto grado de decepción. El colmo de males fue la crítica emitida por un colaborador de la cadena Fox News, que le costó el despido inmediato, debido a que también estaba hecha en base a esa copia pirata.
Los ejecutivos de la Fox no han sabido como contrarrestar promocionalmente la filtración de comentarios negativos, así que en última instancia han optado por anunciar que el definitivo montaje cinematográfico presentará cambios, siguiendo una estrategia ya bastante habitual en estos casos. La principal novedad que aporta «X-Men Orígenes: Lobezno» consiste en la promesa de que cada una de las copias exhibidas en las salas comerciales llevará un epílogo diferente, algo que cuesta creer que vaya a servir de suficiente reclamo. La competencia, mientras tanto, está expectante y a la espera de comprobar los resultados de dicho experimento en la taquilla mundial. Si las cosas no salen bien harían mal en alegrarse, porque la piratería es un problema que afecta por igual a toda la industria del cine.
El que más se juega a nivel personal con «X-Men Orígenes: Lobezno» es Hugh Jackman, quien se ha implicado en esta «precuela» como productor, por sentirse en deuda con una saga que le abrió las puertas de Hollywood. Es el más popular de los mutantes que saltaron del cómic de Marvel «La Patrulla X» a la pantalla, consolidando su liderazgo en las tres entregas, motivo por el que se la juega con lo que los norteamericanos llaman spin off, que es cuando un personaje de una serie dispone de su propia película como protagonista absoluto. Para situar a Lobezno, los guionistas han optado por remontarse a su pasado, describiendo la fase inicial en que es reclutado por el reverendo Stryker para formar parte de los X Men. El actor australiano entiende que era interesante hacer una introspección en la tensión interna del personaje, para dar con su procedencia. Descartó a Bryan Singer como director, pese a ser el responsable de las dos primeras entregas, porque pretendía hacer una versión demasiado adulta y eso resta público. Luego Zack Snyder le dio calabazas, al preferir ponerse al frente de «Watchmen», que a la postre no ha cumplido con las expectativas. Por último, se decantó por el sudafricano Gavin Hood, lanzado internacionalmente tras conseguir el Óscar de Mejor Película Extranjera con «Tstosi», donde el protagonista también libraba un conflicto similar consigo mismo.
Por mucho que nadie crea en esas listas que publican las revistas, el que Hugh Jackman haya sido elegido como el actor actual más sexy hace que su cotización suba. En lo estrictamente profesional, el australiano debe su reputación al teatro musical, en el que se ha especializado a partir del éxito obtenido con «La bella y la bestia». Sus tablas para el espectáculo se pusieron de manifiesto durante la ceremonia de los Óscar, en la que además de presentar cantó y bailó con mucha soltura. En el cine, en cambio, no ha encontrado todavía un papel a la altura de sus posibilidades, sin que hasta la fecha haya sabido explotar su razonable parecido con el Clint Eastwood de los comienzos, salvo tal vez en la saga «X-Men», a la que debe parte de su fama. Para la película en que su personaje mutante adquiere el máximo protagonismo ha tenido que trabajar el tono físico a conciencia, preparándose con un campeón australiano de body building que no utiliza esteroides para conseguir más masa muscular.
Hugh Jackman encarna a una feroz máquina de combate poseedora de asombrosos poderes curativos, unas garras duras como el diamante y una furia primaria conocida como «la cólera del berserker».