Segundo largometraje de Juan Martínez Moreno, que debutó con la comedia negra «Dos tipos duros». En «Un buen hombre» deja a un lado el humor para centrarse en un drama psicológico con suspense criminal, que establece un tenso duelo interpretativo entre Tristán Ulloa y Emilio Gutiérrez Caba, que son quienes sostienen la película y la salvan de sus debilidades argumentales. El primero es testigo del asesinato que comete el segundo, hecho que cambiará sus vidas y la estrecha relación que mantenían como colegas dentro del profesorado universitario. Se consideran a sí mismos respetables personas de bien, hasta que sale a relucir la doble moral latente bajo una falsa estabilidad hecha de mentiras.