Los trabajadores de todo el mundo tienen más motivos si cabe para hacer de este Primero de Mayo un día de lucha. La crisis financiera y económica marca de forma trágica la conmemoración, con el paro y la precariedad crecientes haciendo estragos. En Euskal Herria son numerosas las convocatorias de los diferentes sindicatos para este día en puertas de una huelga general convocada por la mayoría sindical vasca. La única manifestación conjunta, en tres de los territorios vascos, será la de los sindicatos que no ven motivo alguno para la huelga general del día 21. Y ya es poco ver no percibir las consecuencias de una crisis que no han provocado los trabajadores pero son ellos quienes tienen que sufrir sus consecuencias. Por si la evidencia del paro, las regulaciones de empleo, la precariedad y la consiguiente siniestralidad no fuera suficiente, ayer se supo que los dividendos que las empresas cotizadas en la Bolsa española han repartido entre sus accionistas en el primer trimestre de 2009 suponen un «récord histórico trimestral». Es decir, mientras la mayoría sufre la situación descrita, los especuladores financieros sacan provecho de la misma. Tampoco parecen ir mal las cosas para los altos directivos de las cajas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, cuyos sueldos aumentaron entre un 13 y un 28 por ciento. Esos, desde luego, no tienen motivo para sumarse a la huelga general.