Cerca de 150 millones de indios estaban convocados ayer a participar en la tercera fase de las elecciones legislativas en varios estados y en Mumbai, la capital económica del país.

La de ayer es la tercera fase de un total de cinco e incluía a los estados de Bihar, Uttar Pradesh, Gujarat, Karnataka y Bengala. En Mumbai, donde la campaña electoral ha sido muy intensa tras los atentados del pasado noviembre, están en juego diez escaños.

El valle de Cachemira, donde se pusieron en marcha grandes medidas de seguridad, también tomó parte en la tercera fase de las elecciones.

La seguridad se reforzó especialmente en Srinagar, capital de la Cachemira bajo control indio, después de dos días en los que se registraron manifestaciones violentas contra los comicios y se detuvo a varios dirigentes independentistas.

En esta zona, donde el escrutinio ha sido dividido en cinco zonas por razones de seguridad, la primera de ellas se desarrolló en una relativa calma. El Gobierno indio espera que se registre una alta tasa de participación frente al llamamiento al boicot realizado por los independentistas islamistas.

En los estados de Bihar y Bengala Occidental también se aplicaron medidas de seguridad especiales, debido a la acción de movimientos insurgentes maoístas, que ya actuaron en la primera fase del escrutinio matando a 19 personas.