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SEGUNDA Lillo volvió a convocar a los diecisiete disponibles y el Celta también viajó con muchas bajas al no recuperar a Rosada y Trashorras

Apurar las opciones matemáticas pasa por ser más fuertes en Anoeta

La Real busca su tercera victoria en el estadio del 2009 y mejorar su registro goleador para poder mantener una mínima llama de esperanza entre su afición. El Celta, que ha empatado los tres últimos partidos con los blanquiazules, llega muy necesitado de puntos.

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REAL SOCIEDAD-CELTA

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

La Real busca una victoria que le permita mantener el máximo tiempo opciones matemáticas de ascenso y satisfacer a una afición a la que en 2009 sólo ha podido ofrecer dos victorias en Anoeta, ante Sevilla Atlético y Girona, en ocho partidos.

A día de hoy hablar de ascenso es una utopía, y no tanto porque los 77 puntos que se sumarían de ganar los ocho partidos que quedan puedan resultar insuficientes como porque vencer nueve encuentros seguidos es harto improbable. Por eso el objetivo de la Real en este final de Liga es conseguir el máximo número de puntos, sobre todo en casa, que es donde el equipo ha obtenido unos números peores en comparación con otros aspirantes al ascenso. Marcar 16 goles en 17 partidos en el estadio, una cifra que sólo supera a los 15 del colista Sevilla Atlético, es un dato que sería bueno mejorar porque despedir el año con buenas sensaciones ayudará a comenzar el siguiente bien. Por eso sería bueno romper hoy la racha de empates de los tres últimos duelos en Segunda entre blanquiazules y celestes.

Con los justos

Para ello es previsible que Juanma Lillo dé continuidad al esquema de juego de los últimos partidos y que Moha ocupe el lugar del sancionado Markel en el once. La otra opción es que Aranburu retrase su posición y entre un segundo delantero, pero su satisfacción por el rendimiento del azpeitiarra en su nueva posición detrás de Abreu parece que refuerza la posibilidad de la entrada del marroquí.

El último entrenamiento de ayer a puerta cerrada se realizó sin mayores novedades y el técnico tolosarra volvió a convocar sólo a los diecisiete disponibles para no perjudicar al Sanse en el partido que debe ganar obligatoriamente mañana en el campo del Guijuelo para mantener opciones de permanencia hasta la última jornada.

El Celta llega muy necesitado de puntos a Anoeta para no verse involucrado en una pelea para la que no estaba preparado. El conjunto vigués recupera al lateral Fajardo, pero no pudieron superar sus molestias Rosada y Trashorras, con lo que Eusebio también se quedó con 16 jugadores del primer equipo y tuvo recurrir al central del filial Richi, junto al habitual Jordi, para completar la lista. Habrá que ver si el técnico celtiña coloca de entrada a sus tres delanteros, David Rodríguez, Dinei y Ghilas.

Un ejemplo de lo que no se debe hacer

Si el año pasado era el Cádiz el equipo que se ponía como ejemplo a principio de temporada -al final bajó a Segunda B- este verano se apuntaba al Celta, cuyos administradores concursales, se decía, permitían a su Consejo realizar muchos fichajes, no como los de la Real. Lástima que dieran el visto bueno a las llegadas de Moha, Necati y Dramé cuando no debieron hacerlo bajo ningún concepto...

El Celta ha fichado a muchos jugadores porque apenas ocho sobrevivían de la pasada temporada y los resultados son pésimos. De los catorce jugadores utilizados por Eusebio Sacristán en el último partido ante el Levante sólo cinco estaban el año pasado en el Celta y todos están en su segunda temporada en el primer equipo. Lillo hablaba maravillas del director deportivo Ramón Martínez, pero lo principal para hacer un buen equipo es dar continuidad a un bloque y el Celta paga no hacerlo. Ha sumado nueve puntos en los últimos catorce partidos y se ha situado a cinco del descenso cuando salía a la competición con el objetivo de ascender. En la jornada 20 se encontraba en la pelea, empatado a puntos con la Real. En esos 14 partidos los de Lillo suman 22 puntos, 13 más.

El comienzo de la racha negativa motivó la destitución de Pepe Murcia tras perder 3-0 contra el Tenerife el 28 de febrero, con la intención de cortar una serie de dos empates y cuatro derrotas en seis partidos que dejó al equipo a cinco puntos del descenso. Llegó Eusebio Sacristán con contrato hasta junio del 2010 y lleva sólo siete puntos en ocho partidos. Una derrota hoy colocaría a los vigueses, si gana el Alavés, a dos puntos del abismo. Mal ejemplo. ITURRIA

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