La izquierda abertzale ofreció ayer una rueda de prensa para hacer público su apoyo a la huelga general convocada para el día 21 por la mayoría sindical de Euskal Herria, exactamente por los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru. Asimismo realizó un llamamiento para que la protesta, que en este caso se llevará a cabo en Hego Euskal Herria, se desarrolle con contundencia a lo largo y ancho de los barrios, pueblos, empresas y sectores.

Arnaldo Otegi afirmó que la huelga general mostrará «una foto real; las cosas tal y como son, no como conviene que sean» y que se desarrollará en un «contexto antidemocrático» en términos nacionales y sociales, en una coyuntura en la que «el constitucionalismo español trata de oxigenar políticamente los marcos agotados» y el modelo constitucional estatutario busca imponer a «los ciudadanos de este país y a su pueblo trabajador un modelo social absolutamente injusto y, por lo tanto, antidemocrático en términos sociales». Recordó que ese modelo instauró la propiedad privada como sacrosanta y sin posibilidades de cambio.

Manifestó, en este contexto, que la huelga general se llevará a cabo «en el marco de una crisis que no han creado ni generado los trabajadores», sino que viene provocada por «la oligarquía financiera, por quienes han hecho objetivo prioritario de su actividad económica la máxima acumulación de riqueza». Aseguró que ese acopio se basa en la esquilmación «de los sectores populares y trabajadores», por lo que concluyó que la actual situación no obedece a «una crisis de modelo de crecimiento, sino de modelo económico».

El portavoz de la izquierda abertzale consideró, así, que los trabajadores de Euskal Herria «necesitan construir una alternativa socialista, una alternativa al capitalismo y al neoliberalismo, una alternativa que, en definitiva, sitúe los intereses de la mayoría popular por encima de los intereses de una oligarquía financiera, que sólo piensa en acumular y que, evidentemente, no piensa en los intereses de los trabajadores».

Recuperación de la soberanía

Consideró, así, evidente que la clase obrera y los sectores populares «necesitamos un cambio en profundidad, necesitamos recuperar la soberanía nacional para que sea respetada la identidad nacional de este país».

Afirmó, además, que se trata de «un instrumento para cambiar el modelo económico y social», por lo que «el avance en términos nacionales debe estar acompañado del avance también en términos sociales, en el afianzamiento de dinámicas e iniciativas que permitan un modelo social alternativo al capitalismo, un modelo socialista que deberán determinar los trabajadores y sectores populares de este país».

El cambio político y el cambio en el modelo social será, en palabras de Otegi, lo que reclamarán el día 21. Un día que, «por encima de parlamentos y fotos trucadas, de discursos que se instalan en una dinámica de mentiras», volverá a evidenciar que existe «un bloque de trabajadores, popular, amplio y mayoritario, que quiere el cambio político y social en términos nacionales y sociales». Consideró, además, que ese bloque popular demostrará que «tiene fuerza suficiente» para poner en marcha el cambio político y social.

No tuvo duda al indicar que se trata de dos factores «muy importantes de cara al futuro del proceso de liberación nacional y social que existe en nuestro país. Habrá un bloque social mayoritario en la calle, en la huelga, un bloque que va a demostrar su fuerza popular y democrática», manifestó.

Otegi afirmó que la izquierda abertzale «se fija como meta liderar con otros sectores sociales y sindicales cómo se construye una estrategia eficaz para el cambio» y precisó que «por responsabilidad lo hará. Esa es nuestra responsabilidad y eso es lo que puede conducir al país a a un escenario democrático, de soluciones en términos nacionales y sociales».