Raimundo Fitero
Sin corbata
Perdonen, pero he venido sin las bailarinas». Así de gracioso es el carcamal Silvio. Su sentido del humor hace enrojecer a propios y extraños porque manifiesta sin protocolos la su pensamiento reaccionario. En su demagogia discursiva le dice a su mujer que protesta de la incorporación de bailarinas, vedettes y presentadoras televisivas a su candidatura europea porque «se ha dejado influenciar por la prensa de izquierdas». Y sigue diciendo que le parece muy mal que se vete a nadie por su profesión o su belleza y que entre esas mujeres hay licenciadas. Tiene razón, censurar a alguien para una candidatura por ser bailarina es una discriminación perseguible de oficio. Si miramos las listas de los partidos españoles vemos parangones obvios: Mayor Oreja y el acordeonista son una pareja patética y ahí siguen.
Il Cavaliere ocupa muchos minutos televisivos, con sus bailarinas, con su esposa, con sus negocios, con sus burradas, con su populismo fascista, y resulta que tiene un problema bastante grave con su mujer y sus cinco hijos y es que se cifra en ocho mil millones de euros su patrimonio y claro, el reparto de esas cantidades entre los herederos actuales y los posibles tras un casamiento urgente con una de sus candidatas traería guerras. Las separaciones, el reparto de bienes es una fuente de conflictos y de actuaciones que rozan la criminalidad. De lo pequeño y cotidiano a lo grande y que se convierte en asunto abierto a los medios y las televisiones como es el caso de la actriz y el arquitecto, que en proceso de separación aparece una denuncia de abusos sexuales a una menor. Casi nada. Al menos cinco gabinetes de abogados están interviniendo y lanzando comunicados, es decir alimentando a los programas del corazón.
La gripe nos aporta una cuestión que puede cambiar el curso de la historia, del protocolo de la vestimenta obligada y es que se va a prohibir o cuando menos se recomienda no utilizar corbata porque es un foco de transmisión del virus. No es una broma. Seguimos atentos a esta decisión. Si se logra la abolición de la corbata por prescripción médica será un cambio histórico, el fin de una dictadura estética.