Muted factura «Inox» con ritmos labrados en metal inoxidable
El sexteto de Abadiño publica su tercera referencia discográfica, «Inox», el segundo con Baga Biga, con cambios en la formación que les ha obligado a olvidar su lado más salvaje para incidir en el aspecto melódico.A. BILBAO | BILBO
Sin miedo de empaparse bajo la lluvia, Muted pule su metal y, desprendiéndose de la roña, la torna en inoxidable con su tercer trabajo discográfico, «Inox» (Baga Biga, 2009). Tomando decisiones bien reflexionadas y avanzando a velocidad de crucero, la banda formada en Abadiño en 2003 debutó con Oihuka apenas dos años después, con «Sarean» y, tras fichar con Baga Biga, presentaron reválida con «Sena» en 2007.
Su tercer trabajo sigue presentando una amalgama de guitarras pesadas y secuencias electrónicas programadas, pero, motivados en parte por cambios de formación, liman aristas con sus pulimentadas melodías. En cuanto a las variaciones en la formación, Tito empuña el bajo relevando a Ander -actualmente en Shinova- y el aullido salvaje de Aitzol enmudece para dar plenitud a la voz más melódica de Eneko, único dueño ahora del micro. «La marcha de Ander y, sobre todo, la de Aitzol nos ha hecho buscar otras sendas para componer temas y dar mayor peso a la voz melódica», apuntan. Y las armonías de voz «nos han llevado a hacer otro tipo de canciones». Junto a ellos, Edu y Dani siguen cargando las guitarras, Rubén sacude la batería y Christophe alimenta las programaciones que dan energía y corriente a Muted. «Inox» factura así un metal menos pesado y más abierto y accesible, «que respira mejor».
El sexteto. que en este trabajo «más que abrir fronteras las hemos descubierto», registra en conjunto tanto la música como las letras de una docena de canciones -remix y tema acústico incluido- y cuenta con la colaboración externa del violín de Patxi Azurmendi en el corte acústico «Beste aldean».
Las letras hablan tanto de «un amor imposible» como de «un accidente de coche», sin olvidar la crítica social.
Presencia
Muted es, además de una enérgica banda de metal, un equipo bien organizado, atento a los detalles. Así, y «como valor añadido a un formato en vías de extinción», envuelven la típica caja de plástico del nuevo cd en un envoltorio de metal (inoxidable, por supuesto), con el nombre de la banda troquelada presidiendo la cubierta y elaborada por los propios músicos, que, además de peso, dota al trabajo de presencia y brillo.
El trabajo sónico-siderúrgico ha sido grabado en la «fundición» de Aitor Ariño, en los Lorentzo Records de Berriz -entre marzo y abril-, y ha sido moldeado bajo la direcciónde Carlos Escobedo (Savia). Los compañeros del metal «buscábamos un enfoque diferente, el aporte de alguien de fuera para este tercer disco». Pensaron en Escobedo, «a quien le gustó nuestra propuesta musical y accedió». Del resultado, «estamos más que satisfechos».
El sábado 13 de junio es la fecha marcada para la salida en directo «Inox», en la sala Plateruena de Durango, junto a otro grupo aún sin determinar.