Da Silva y Lugo aplazan la firma de acuerdos al persistir sus diferencias sobre Itaipú
GARA |
Los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Fernando Lugo, de Paraguay, admitieron ayer que no lograron llegar a un acuerdo que supere las diferencias que mantienen ambos países sobre la hidroeléctrica binacional de Itaipú, por lo que decidieron aplazar la firma de varios acuerdos que tenían previsto suscribir esta semana.
Ambos mandatarios, en una rueda de prensa conjunta en Brasilia en el último día de la visita oficial de Lugo al país, anunciaron su decisión de reunirse en julio próximo en Asunción -probablemente entre los días 10 y 15- para proseguir las conservaciones y suscribir todo lo que quedó pendiente.
«No hemos firmado ningún acuerdo, pero asumimos el compromiso de, en una fecha próxima en Paraguay, reunirnos para ir mejorando la cooperación y avanzar en todos los asuntos bilaterales. Paraguay no ha renunciado a ninguna de sus reivindicaciones», señaló Lugo.
Paraguay reclama una revisión de los mecanismos que marcan el funcionamiento de la presa de Itaipú. La energía producida se divide a partes iguales, pero el contrato estipula que Brasil tiene prioridad para comprar la energía que Paraguay no utiliza, y así se queda con el 95% de la energía producida.
Brasil se muestra inflexible a cualquier posibilidad de renegociar el tratado constitutivo que permitió la construcción de la hidroeléctrica y cree que paga un «precio justo» por la energía que compra a Paraguay. Los brasileños pagan 45 dólares por megawatio, aunque como Brasil asumió las deudas para la construcción de la presa, amortiza esos pagos, y de esa forma Asunción recibe aproximadamente 2,70 dólares por megawatio.
El Estado paraguayo quiere que Brasil eleve de 300 millones de dólares a 2.000 millones de dólares anuales lo que paga por la energía excedente, y reivindica libertad para poder vender libremente su parte, incluso a otros países.
Lugo y Da Silva se reunieron el jueves para intentar acercar posiciones, pero a pesar de que el encuentro se prolongó hasta la noche, no fue posible que ambos llegaran a un entendimiento.
Da Silva explicó ayer que Brasil «presentó algunas propuestas, pero el equipo del presidente Lugo entendió que sería interesante incluir otras y, por eso, ambos gobiernos seguirán conversando».
Lugo confió en que para cuando vuelva a reunirse con Da Silva las negociaciones hayan avanzado en torno a la cogestión plena de la hidroeléctrica y a la definición de las obras de Itaipú que aún están pendientes.
De acuerdo con lo manifestado por el presidente brasileño, la reunión permitió demostrar que no existe tabú en las conversaciones entre los dos países y que si Itaipú es un tema sensible para ambos países, los gobernantes tienen que asumir la responsabilidad de abordarlo.
Da Silva manifestó que, además de lo que pueda ser acordado en relación a Itaipú, Brasil está dispuesto a ayudar a Para- guay en todo lo que pueda para incentivar su desarrollo. Agregó que pretende incentivar a los empresarios brasileños a que inviertan en Paraguay.
«No queremos ser una isla de prosperidad en el continente cercada de países con dificultades», subrayó.