Garaño y Goenaga inician el lunes el rodaje de «Axun eta Maite», su ópera prima
GARA | DONOSTIA
Los cineastas guipuzcoanos Jon Garaño y José Mari Goenaga se han lanzado a grabar un largometraje de ficción. El rodaje de la película con la que debutarán, «Axun eta Maite», arrancará el lunes en Zizurkil. En este lugar se grabarán las primeras escenas de esta cinta, que cuenta con un presupuesto de 1,5 millones de euros.
Para su ópera prima, Garaño y Goenaga han elegido la historia de dos mujeres, amigas en la adolescencia, que se reencuentran después de varios años y viven su amor en la madurez. El largometraje, además, será rodado íntegramente en euskara. Para ello han contado con el trabajo de más de cincuenta profesionales. El rodaje de "Axun eta Maite" se prolongará durante seis semanas, por lo que no se prevé que finalice hasta el próximo 20 de junio. Las localizaciones escogidas van desde Donostia hasta Zizurkil, pasando por Asteasu y Errenteria.
La película es el primer largometraje de ficción de Jon Garaño (Astigarraga, 1974) y José Mari Goenaga (Ordizia, 1976). Sin embargo, ambos cineastas ya han cosechado varios éxitos con los cortometrajes «Tercero B», «Sintonía» y «On the line», y dentro del género documental, con «Lucio» y «Sahara Marathon».
Para la realización de este trabajo, los directores han contado con la producción de Irusoin (encargada, entre otros trabajos, de «Aupa Etxebeste!») y Moriarti Produkzioak. Asimismo, también han tenido la participación de EITB y el apoyo del departamento de Cultura del Gobierno de Gasteiz.
Los papeles protagonistas serán encarnados por Itziar Aizpuru, que hará el papel de Axun, y Mariasun Pagoaga (Maite). Junto a ambas actrices, en el reparto de encuentran actores como José Ramón Argoitia, Patricia López, Ane Gabarain y Zorion Egileor. La banda sonora, por su parte, será compuesta por Pascal Gaigne.
«Axun eta Maite» demuestra que la vida puede dar un vuelco en cualquier momento, con cualquier edad. El filme narra la monótona vida de Axun. Sin embargo, esta mujer, a sus 70 años, recibe una llamada para hacerse cargo de un familiar que está en el hospital. Allí vive el reencuentro con Maite, la que fue su mejor amiga en la adolescencia, y que vive su condición de lesbiana con toda naturalidad.