Primeros pasos del nuevo Lehendakari
López nombró ayer sus consejeros para un gobierno de obligados equilibrios
El nuevo lehendakari, Patxi López, tomó ayer su primera decisión oficial con el nombramiento de cinco consejeros y cinco consejeras que forman un gobierno lleno de equilibrios. Junto a la evidente paridad en cuanto a género, se observa también la mezcla de líderes históricos con personas que aunque ya colaboraban con el partido no están afiliadas, así como la reunificación de tendencias internas del PSE, más evidente con los nombramientos de altos cargos.
GARA | GASTEIZ
El lehendakari, Patxi López, ya ha nombrado a los miembros de su Gobierno. Los nuevos consejeros y consejeras tomarán hoy posesión de sus cargos en Ajuria Enea, donde después se harán la habitual foto en las escalinatas.
Los consejeros son: Rodolfo Ares (Interior); Idoia Mendia (Justicia y Administración Pública, y portavoz); Carlos Aguirre (Economía y Hacienda); Bernabé Unda (Industria e Inno- vación); Gemma Zabaleta (Empleo y Asuntos Sociales); Rafael Bengoa (Sanidad y Consumo); Isabel Celaá (Educación, Universidades e Investigación); Pilar Unzalu (Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca); Iñaki Arriola (Vivienda, Obras Públicas y Transporte), y Blanca Urgell (Cultura).
El primer Gabinete de Patxi López es ligeramente más reducido que el último de Juan José Ibarretxe, habiéndose pasado de once consejerías a diez. Para ello, las áreas del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, que la pasada legislatura dirigió Joseba Azkarraga (EA), se han distribuido entre los departamentos que dirigirán Mendia y Zabaleta.
Además, López ha eliminado la figura de vicelehendakari, un cargo que hasta la fecha siempre se había mantenido en los organigramas del Gobierno de Lakua. Por lo tanto, deberá determinar qué consejero o consejera ejercerá algunas de las funciones que le corresponden al lehendakari cuando éste se encuentre de viaje o se halle impedido por cualquier otra causa pasajera para desarrollar sus atribuciones. Esta labor recaerá, probablemente, en el consejero de Interior, Rodolfo Ares.
Paritario
El primer Ejecutivo de López es también el primer Gobierno de Lakua que tiene el mismo número de consejeros que de consejeras. Cinco mujeres y cinco hombres.
Además de la paridad, el lehendakari ha tenido que buscar también otros equilibrios, por ejemplo los relativos a la relación entre el partido y el Gobierno. La idea inicial de López de confeccionar su ejecutivo con total independencia se vio afectada por las presiones que ejerce el aparato del partido.
Finalmente López ha contado para su gabinete con el que hasta la fecha ha venido siendo el hombre fuerte del PSE, Rodolfo Ares. Es la persona que desde hace años viene controlando las tareas de organización interna, coordinación e incluso maquinaria de las campañas electorales. Su paso a la Consejería de Interior y a tareas de coordinación del propio Ejecutivo dejan un importante hueco en el organigrama del PSE.
Además, a López le acompañan en el Gobierno Iñaki Arriola, secretario general del PSE de Gipuzkoa, e Isabel Celaá, una mujer que en los últimos años ha ido adquiriendo un notable peso dentro de la Comisión Ejecutiva Nacional del PSE.
La configuración del Gobierno muestra también la búsqueda de un cierto equilibrio entre las corrientes internas del PSE. Si bien es cierto que bajo la dirección de Patxi López el partido ha ido adquiriendo gran unidad y cohesión interna, como se demostró en el último congreso, no puede olvidarse la existencia de distintas sensibilidades. Y en el nuevo Gabinete se puede encontrar, por ejemplo, a Gemma Zabaleta, una mujer que en el congreso extraordinario de 2002 disputó a Patxi López la secretaría general. Y también está Idoia Mendia, quien entonces se posicionó en las tesis cercanas a Nicolás Redondo, aun- que fuera más por cuestiones de fidelidad personal que de estrategia política. Además, entre los nombres que han aparecido ya para cubrir viceconsejerías y direcciones se pueden encontrar varias personas que en aquellos momentos decisivos de 2002 se pusieron del lado de Carlos Totorika y abiertamente enfrentados a López.
En cuanto a los llamados independientes, finalmente el lehendakari ha contado con cuatro. En un inicio López dijo querer formar «el gobierno de los mejores» y se barajó la posibilidad de buscar personas que pudieran aparecer cercanas al PNV o al PP. Después se puso en cuestión cuántos miembros no afiliados tendría el Ejecutivo.
De los cuatro no afiliados, uno de ellos, Carlos Aguirre, cuenta con una larga trayectoria de colaboración con el PSE, tanto dentro como fuera del Gobierno. Por su parte, Rafael Bengoa fue director de planificación de Salud de Lakua cuando Iñaki Azkuna era consejero.
Las consejerías han pasado de ser once con el último Gobierno de Ibarretxe a diez en la actualidad. Además, se ha suprimido del organigrama el cargo de vicelehendakari que siempre había existido.
El EBB del PNV supo desde el 4 de marzo, apenas tres días después de las elecciones autonómicas, que la intención de Juan José Ibarretxe «era abandonar la política activa y abordar una etapa nueva». Lo ha desvelado Iñigo Urkullu en su página web.
El jueves un grupo de personas apedreó en Santutxu una librería y una cafetería de un militante del PP. Testigos afirman que un escolta salió de la cafetería pistola en mano, pero los encapuchados le obligaron a pedradas a volver adentro. El ataque ha sido asumido contra la formación del Gobierno del PSE apoyado por el PP.
Patxi López estará entre los participantes en el acto de arranque de la campaña para las elecciones europeas que el PSOE celebrará mañana en la plaza de toros de Vista Alegre de Madrid. Intervendrán Zapatero y el cabeza de lista, Juan Fernando López Aguilar.
Las palabras del portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, sosteniendo que con el acto de toma de posesión de Patxi López como lehendakari «podemos decir, sin ser grandilocuentes, que se ha cerrado la transición democrática en Euskadi y en toda España» originaron críticas de otros partidos y matizaciones de algunos compañeros de afiliación de Pastor. Pero, pese a todo, durante todo el día de ayer la página web del PSE mantuvo esta idea como principal titular. De hecho, la mención a la toma de posesión de López no se hacía con ninguna de sus palabras, sino con la frase de José Antonio Pastor.
La declaración de Pastor fue corregida la noche del mismo jueves por Ramón Jáuregui, que en declaraciones a Radio Euskadi la consideró incorrecta. En la mañana de ayer, en la misma emisora, el delegado del Gobierno español en Gasteiz, Mikel Cabieces, matizó que «hay que interpretar» esas palabras, que se explican con que la CAV «ha tenido siempre un gobierno del mismo signo» y «aunque había democracia, cuando por fin se ha producido la alternancia es cuando se ve la virtualidad» del sistema político.
El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, considera por contra que esa afirmación es como decir que en 30 años en la CAV «no hemos vivido en democracia». Urkullu abogó por que se produzca una «segunda transición» para profundizar en el espíritu de los años 77 y 78, puesto que a su entender el PSOE está «descafeinando» el modelo autonómico. «Nosotros -añadió- venimos demandado una segunda transición desde el año pasado, desde cuando, habiendo hecho como PNV insistentes ofrecimientos para el acuerdo político entre Euskadi y España, hemos recibido la callada por respuesta por parte del PSOE y del presidente del Gobierno español».
La portavoz de Aralar en el Parlamento autonómico, Aintzane Ezenarro, calificó de «poco afortunadas» e «incoherentes» las manifestaciones de Pastor y denunció la intención del PSE de trasladar a los vascos que «se ha cerrado el melón abierto en la transición». Para Aralar, la frase de Pastor «entra en clara contradicción con lo que han venido manteniendo hasta ahora». No obstante, precisó que lo que «realmente» preocupa a su formación es «lo que está detrás» de declaraciones de ese tipo, y consideró que el PSE «está intentando trasladar a la sociedad vasca que aquí se ha cerrado un ciclo. Un ciclo -indicó- que es el de la transición inacabada, que no cerró bien, porque a día de hoy no tenemos un marco de convivencia acordado por todos, y en el que todos podamos estar cómodos». A su juicio, se pretende comunicar que «con la llegada de los constitucionalistas del frente español al Gobierno Vasco se ha cerrado el debate, se ha cerrado el melón que se abrió en la transición».
