«El puerto exterior no se va a hacer». Así comenzó su exposición ayer en Donostia el eurodiputado de Los Verdes, David Hammerstein, al referirse a la respuesta del comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, sobre la pregunta escrita presentada por Jaizkibel Bizirik.

Según consta en el documento enviado por Dimas, «a partir de la preceptiva evaluación adecuada, las autoridades competentes deberán determinar si el proyecto puede afectar de forma apreciable al lugar considerado». A renglón seguido, se añade: «De ser así, el proyecto únicamente podrá llevarse adelante si no existen soluciones alternativas, si reviste un interés público superior, y si se adoptan medidas compensatorias que neutralicen los daños ocasionados al lugar». Hammerstein advirtió que estas son unas condiciones que el citado proyecto no puede cumplir, «porque es un proyecto irracional, superfluo, innecesario, destructor y especialmente contraindicado en tiempos de crisis económica». El eurodiputado incidió en que tras este proyecto «no hay una necesidad socio-económica imperiosa para obviar la directivas europeas».

«Lo que está en mis manos»

La alternativa, tal y como afirmó, pasa por «impulsar un proyecto económico limpio en el puerto interior, eliminando la central térmica que tiene unas emisiones temerarias y retirando los restos de chatarras...». «Este proyecto sí está dentro del contexto de la repuesta», hizo hincapié.

Por ese motivo, prometió que seguirá el devenir de este proyecto y hablará tanto con el comisario de Medio Ambiente como con los servicios de política regional, para que, si se pidiese dinero europeo para impulsar el puerto, eviten esta posibilidad».

En la respuesta emitida por el comisario de Medio Ambiente también se recoge la intención de la Comisión de dirigirse a las autoridades españolas competentes para solicitar información adicional sobre el proyecto.

La vía de la Comisión no es la única que está trabajando la plataforma Jaizkibel Bizirik. Precisaron que se han propuesto intervenir activamente ante todas las instancias, a sabiendas de que ya se ha iniciado la tramitación ambiental para la construcción del puerto. Desde Jaizkibel Bizirik desconfían, y aseguran que en muchos casos este trámite «se reduce a un mero papeleo que deja de lado las razones técnicas, ambientales y sociales y sigue fielmente las directrices de los promotores de la obra».

Por esta razón, y para evitar que la tramitación ambiental del Plan Director de Infraestructuras de la Autoridad Portuaria se realice «a espaldas de las demandas sociales», se han dirigido al Ministerio español de Medio Ambiente solicitando la condición de «público interesado».

Esta condición permite participar desde el inicio de la tramitación ambiental, interviniendo en el periodo de consultas previas que, siguiendo la normativa, debe realizar el Ministerio y en el que se han de recoger aportaciones y sugerencias para la evaluación. Éstas y las de las administraciones públicas afectadas serán incluidas en el denominado «Documento de Referencia».

A día de hoy, el Ministerio español ha interrumpido el plazo para elaborar el citado documento, alegando que «la documentación aportada por la Autoridad Portuaria era insuficiente y solicitando información adicional.

Pese a todo, desde Jaizkibel Bizirik denunciaron que tanto la Autoridad Portuaria como la Diputación guipuzcoana siguen dando pasos en la ejecución del puerto, «malgastando el dinero público en un proyecto cuyo futuro es de dudosa viabilidad y queriéndose aprovechar de la política de hechos consumados».

Ante ello, afirmaron que seguirán reivindicando la protección y la defensa del monte y el litoral de Jaizkibel «frente al atentado ecológico del puerto exterior». En este sentido, hicieron un llamamiento especial al nuevo Ejecutivo de Lakua para que «apueste por una protección real y efectiva de Jaizkibel y que plantee alternativas viables para la regeneración de la bahía de Pasaia.