La huelga de higiene emprendida por los presos políticos vascos recluidos en la prisión de Algeciras cumple hoy su décimo día, y pese a que la situación que padecen se complica con el paso del tiempo los prisioneros vascos mostraron ayer su decisión de seguir la lucha.

Asier Larrinaga, Aurken Sola, Jorge Gonzalez, Iñaki Cañas, Mikel Egibar, Josetxo Etxeberria, Xabier Abaunza y Harkaitz Bellon, los ocho ciudadanos vascos presos en la cárcel de Botafuego, como medida de protesta ante los atropellos a los que son sometidos por parte de los carceleros, llevan diez días orinando y defecando en su celda, sin tirar la basura y sin limpiar la celda en la que pasan casi la totalidad de la jornada. Según infor- maron a GARA, en estos momentos sería Bellon el único que se encontraría en aislamiento, las 24 horas del día.

El movimiento pro-amnistía informó ayer que Inma Pacho, Inma Noble, Arantza Garbayo, las tres presas políticas vascas que se encuentran en la prisión gaditana, no están desarrollando la huelga de higiene, pero sí diferentes acciones de respuesta a la situación que viven.

El movimiento antirrepresivo ha levantado, asimismo, la voz de alarma sobre las condiciones en las que están viviendo los vascos allí encarcelados y ha indicado que el «hedor es descomunal». «Llega a impedir hasta el sueño», agrega.

Con objeto de socializar este hecho, han organizado concentraciones en diferentes puntos del país para alertar sobre el estado de estos presos, con el lema «SOS Algeciras». Concretamente, decenas de vecinos se concentraron ayer en Hernani y Bilbo. Hoy será el turno del barrio donostiarra de Gros, de donde es Cañas y mañana serán los vecinos de Bellon los que salgan a las calles de Elorrio.

El registro arbitrario sufrido por Bellon el 27 de abril por parte de los mismos carceleros que le apalearon un año antes fue el desencadenante de la protesta que están llevando a cabo. Ese mismo día los dieciséis ciudadanos vascos que se encontraban entonces presos en la cárcel gaditana iniciaron una huelga de hambre que dos días después fue sustituida por la de higiene. Además, este martes llevaron a cabo un encierro para protestar ante el turno de carceleros que llevó a cabo el registro.

Son cuatro las reivindicaciones: que cesen las agresiones de los carceleros, que se cumpla el reglamento de la propia cárcel, que se garanticen una condiciones de vida dignas y que cese el aislamiento. La dirección de la prisión gaditana, lejos de intentar negociar una salida a esta situación, ha optado por dividir a los presos políticos vascos trasladando el fin de semana pasado a cinco de ellos.

Mientras, en Euskal Herria, cuando el intento de silenciar la solidaridad hacia los presos políticos vascos va in crescendo y la retirada de fotografías y murales por los presos se repite a diario, las concentraciones y encarteladas siguen mostrando la solidaridad hacia el Colectivo de Presos Políticos Vascos.

Muestra de ello fueron las citas de ayer, como la celebrada en Bilbo frente a Sabin Etxea, en que participaron 100 personas. En Berriz se concentraron 21 vecinos, 64 en Lizarra, 42 en Arrigorriaga, 26 en Mundaka, 50 en Deba, 55 en Tafalla, 30 en Barañain y 63 en Lazkao. La movilización de Zarautz reunió a 135 personas, 25 en Antzuola, 170 en Ondarroa, 26 en Ugao y 50 en Oñati. También hubo concentraciones en Soraluze (55), Iruñea (320), Etxarri-Aranatz (61), Arbizu (40), Gasteiz (416), Bera (20), Donostia (240), Zornotza (83), Gatika (10), Hernani (400), Getaria (30), Orereta (220) y Legorreta (24).

En Orduña, por su parte, 70 vecinos denunciaron la «falta de democracia» en las fiestas patronales, y en Lizartza 44 vecinos protestaron contra la alcaldesa del PP, Regina Otaola.