CRÓNICA | Mitin del PSOE en Madrid
Ambiente taurino-electoral para homenajear a Patxi López
Como anticipo del recibimiento institucional en La Moncloa, Zapatero agasajó ayer en Madrid a Patxi López con un ambiente más emotivo que el que le espera en la sede de la Presidencia española: mitin en un abarrotada plaza de toros en la que, coincidiendo con el 130º aniversario del partido, arrancó la campaña del PSOE para las próximas europeas.
Txisko FERNÁNDEZ
Patxi López no era la figura principal del cartel confeccionado por el PSOE, pero se llevó las mayores ovaciones en el coso taurino-electoral de Vistalegre. El secretario general del PSE acudió a la cita investido como lehendakari del Gobierno de Lakua y con el mismo traje -chaqueta oscura, sin corbata, camisa y pantalones vaqueros- que vistieron los otros dos primeros espadas: el líder del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, y el cabeza de lista para las elecciones europeas, Fernando López Aguilar. El recinto presentaba un lleno absoluto -unas 20.000 personas, según la agencia Europa Press-, con miles de banderitas del PSOE como elementos decorativos de fondo. Junto al estrado, la plana mayor del partido y gran parte de los integrantes del Gobierno español.
López pasó por el atril de oradores tras ser presentado por Manuel Chaves, quien le aseguró que cuenta con el apoyo de todos sus compañeros de partido «para que el día de mañana se le recuerde como el lehendakari que puso fin a la violencia y al terrorismo en Euskadi». La enésima versión del Domuit vascones. Ya en el estrado, López se mostró «orgulloso de ser socialista» y se comprometió a desarrollar su tarea institucional «a favor de Euskadi» sin ir «contra nada ni contra nadie».
Desde las gradas se coreó «Ari, ari, ari, Patxi lehendakari», mientras que en otros momentos se escuchaban gritos de «valiente» y «campeón». Aunque en el eslogan electoral que presidía el recinto se leía «Este partido se juega en Europa», el encuentro de ayer tenía puesto sus focos sobre Euskal Herria.
El invitado estrella no se salió del guión que ha utilizado desde el pleno del pasado martes en la Cámara de Gasteiz: nombró a los dirigentes de su partidos muertos en acciones de ETA, afirmó que su objetivo es «unir a la sociedad vasca» y dijo que luchará para que «en Euskadi quepan todos y sólo sobren los violentos y los terroristas».
Su discurso dio paso al de Zapatero, quien también alardeó de «la valentía de los socialistas vascos» y, particularmente, del «ejemplo» que ofreció López en su juramento del cargo en Gernika, el jueves, «de pie y en actitud laica» y con «dignidad».
Todos contra el PP
El acto de Vistalegre también sirvió para constatar que el pacto PSOE-PP para ocupar Ajuria Enea no ha supuesto ningún cambio en el enfrentamiento dialéctico entre los dos grandes partidos españoles. Todos los oradores -salvo, lógicamente, el agasajado lehendakari- lanzaron sus diatribas contra la formación que dirige Mariano Rajoy. Zapatero lamentó que el PP haya querido «apropiarse del trabajo de los demás», asegurando que «el trabajo lo ha hecho Patxi López».
Previamente, Manuel Chaves, vicepresidente tercero del Gobierno español, había puesto muy alto el listón de las críticas formulando las siguientes preguntas retóricas: «¿Cómo es posible que el PP, que ha estado demonizando continuamente al nacionalismo vasco, acusándole, incluso, de connivencia con el de terrorismo, ahora se esté comiendo el pico continuamente con los nacionalistas, uniendo sus votos para dejar en minoría al Gobierno de Zapatero?», «¿Es que los nacionalistas son muy malos salvo cuando hay que atacar al Gobierno de Zapatero?».
Bien es cierto que éste era un acto de partido en plena campaña electoral, pero es destacable que no hubiera ni la mínima referencia positiva al hecho de que los 13 votos del PP en el Parlamento autonómico hayan sido los que han aupado a López a la Lehendakaritza.
Fuera del protocolo mitinero, en un hotel cercano se produjo «una primera toma de contacto» entre el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el consejero Rodolfo Ares. Del contenido de la reunión, que duró cerca de hora y media, no trascendió nada oficialmente.