La Ertzaintza pondrá a lo largo de la jornada de hoy a disposición del juez al presunto autor de la muerte de Yasmín Zamira Rodríguez y del apuñalamiento del irundarra que intentó socorrerla y que se recupera en el Hospital Comarcal del Bidasoa. A la espera de que Interior de Lakua desvele más datos acerca de la investigación emprendida por la Ertzaintza en la madrugada del sábado, ayer fue el segundo día de movilización en Irun, mientras que la Plataforma de la Marcha Mundial de Mujeres ha convocado para esta tarde protestas en diferentes puntos de Euskal Herria.

Al mediodía, frente a la casa consistorial irundarra, cientos de personas se concentraron para denunciar este nuevo caso de violencia machista. Al margen del desembarco de representantes institucionales -entre ellos, tres consejeros del nuevo Gobierno de Lakua-, fue destacada también la presencia de vecinos del municipio, así como de la comunidad colombiana, como la víctima, que portaron una bandera de ese país americano.

Los gestos de dolor fueron visibles durante toda la movilización en la Plaza de San Juan, en la que muchos de los participantes no pudieron reprimir las lágrimas. El silencio fue la nota dominante, roto al final por los aplausos de los asistentes.

«¿A qué estáis esperando?»

Allí, la nueva portavoz del Ejecutivo de Lakua, Idoia Mendia, tuvo palabras para Juan Pablo Urtizberea, el irundarra que trató de auxiliar a Rodríguez «en esos momentos tan tremendos».

Le deseó «una pronta recuperación y que salga bien del incidente». La también consejera de Justicia expresó «la más firme condena contra este asesinato tremendo» y destacó que el Gobierno de Gasteiz tratará de «reducir al máximo los espacios de impunidad para estos asesinos y para las personas que ejercen la violencia contra las mujeres, sobre los que caerá -dijo- todo el peso de la Ley».

Mendia anunció que el nuevo Ejecutivo «quiere reforzar el impulso en la defensa de los derechos de las mujeres y tratar de coordinar mucho mejor, de lo que se ha estado haciendo, la política entre departamentos para evitar estos asesinatos», para lo cual «se creará una Dirección contra la Violencia de Género en el Departamento de Interior».

La portavoz tuvo que ver los carteles portados por componentes de grupos de mujeres, en los que se recordaba los casos de Nagore Laffage y Yasmín Zamira Rodríguez y se espetaba a las autoridades: «¿A qué estáis esperando?». «Concentraciones sí, ¿a qué estáis esperando?» fue otro de los lemas mientras se reivindicaban planes de prevención «reales» para acabar con la violencia machista.

Las mujeres criticaron los planes «de cara a la galería del Ayuntamiento, con instalación de cámaras de vigilancia en el centro de la ciudad mientras las violaciones y agresiones sexistas se repiten». Citaron como ejemplo las dos violaciones que se produjeron la semana pasada en el barrio irundarra de San Miguel, donde el 8 de marzo se vivió otro episodio sexista.

Al término de la protesta, José Rodríguez, portavoz de la familia, agradeció el apoyo que han recibido de todos los ciudadanos y deseó que «el asesino pague por lo que ha hecho».

«Lo volvería a hacer»

Comentó que la familia «está muy dolida» y «apenas tienen ganas de hablar», especialmente, la madre y la única hija que tenía la fallecida, que «están destrozadas».

Quien también se acercó hasta la Plaza de San Juan de la localidad guipuzcoana fue la esposa de Juan Pablo Urtizberea, que recibió dos cuchilladas en el abdomen por tratar de auxiliar a Yasmín y que se recupera en el Hospital Comarcal del Bidasoa. Conchi Miranda explicó que su marido se encuentra estable «dentro de la gravedad», aunque todavía «no ha reaccionado» al grave incidente que vivió.

Según explicó, Urtizberea está consciente y pasó una buena noche hasta el punto de que ayer estaba «bromeando» para animar a la familia, por lo que queda esperar que no haya «ninguna complicación.

Insistió en que su marido no se ha arrepentido «en ningún momento» de lo que hizo y que «lo volvería a hacer sin pensárselo» en otra circunstancia similar. «Sólamente vio que estaban agrediendo a la chica e intentó evitarlo, aunque lamentablemente no se pudo evitar».

Conchi Miranda quiso dejar claro que «la única protagonista» y la que merece «todo el apoyo y respeto» es la familia de la quinta víctima mortal de la violencia machista en 2009, Yasmín Zamira Rodríguez. «Mi marido va a salir adelante pero ella no, ella se acabó», lamentó.