El Gobierno israelí ha puesto en marcha una serie de medidas para impedir que los palestinos de Belén aprovechen la inminente visita del Papa católico Benedicto XVI para denunciar la ocupación que padecen.

En este sentido, Israel ha ordenado detener la fabricación de un anfiteatro para que fuera utilizado por el Papa. El lugar fue escogido por el campo de refugiados de Aida para reflejar el sufrimiento que supone el Muro del Apartheid construido por Israel y que rodea Belén.

La visita de Benedicto XVI al campo de Aida es presentada como «un gesto de solidaridad y una ocasión para que el Santo Padre se encuentre con la gente que más sufre», según señaló el nuncio en Jerusalén, Antonio Franco.

Sin embargo, el Vaticano ha rebajado mucho el contenido político de este viaje, para satisfacción del Gobierno israelí y enfado de los cristianos y las autoridades palestinas.

El viaje del Papa católico coincidirá con la celebración el viernes de la Nakba o Catástrofe que para los palestinos supuso la creación de Israel. Ese día Benedicto XVI celebrará una misa en Nazaret.