Editores reivindican internet y defienden que el libro «ya no es sólo papel»
GARA | BARCELONA
El grupo Contexto de Editores, integrado por editoriales independientes y ganador del Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural en 2008, reivindicó internet como plataforma de difusión literaria y defendió que en la actualidad los libros «ya no son sólo papel, cola e hilo».
Así lo plasmaron en un manifiesto pergeñado en un encuentro programado en el Hay Festival Alhambra y auspiciado por la Fundación Francisco Ayala, en el que participaron representantes de Libros del Asteroide, Barataria, Global Rhythm, Impedimenta, Nórdica, Periférica y Sexto Piso.
Los integrantes de Contexto subrayaron que los libros «viven más allá de sus formatos» y que los editores no pueden ignorar los nuevos medios y tecnologías, que deben contemplarse como «una herramienta más» en la difusión de sus obras.
El responsable de Libros del Asteroide, Luis Miguel Solano, por su parte, manifestó que no tienen «ningún miedo» a internet y a las nuevas tecnologías porque las editoriales que conforman Contexto serían «inconcebibles empresarialmente sin internet y las nuevas tecnologías», y lo importante es el texto «y no el formato».
El manifiesto redactado en Granada huye del victimismo apoyándose en que «hay lectores dispuestos a leer buenos libros» y en el propio concepto de Contexto, ideado por editoriales «voluntariamente pequeñas» que son, según Solana, un reflejo del «avance cultural» y un ejemplo de algo «impensable en otros tiempos».
También abogaron por el mantenimiento del sistema de precio fijo de los libros para así, garantizar una adecuada red de librerías y un sistema educativo que valore la lectura, pilares para la supervivencia del mercado editorial.
Lograr el mayor número de lectores para cada libro, mantener la complicidad con todos los eslabones de la cadena literaria, ser consciente de que muchas veces publica aquello que venderá «dentro de mucho y no ahora mismo» son, según el grupo Contexto, mandamientos del buen editor.
A ello se añade un compromiso de «honestidad» con el lector que obliga a la «contención» en el número de novedades, «calidad» en los libros publicados y también «sinceridad» en la comunicación con todos los sectores del libro.