El colectivo Cap'Eau, que reúne a alrededor de cincuenta asociaciones de horizontes muy diferentes, presentó ayer sus críticas y propuestas ante la revi- sión del Esquema Director de Acondicionamiento y de la Gestión de las Aguas (SDAGE) de la cuenca del Aturri-Garona. Las asociaciones han valorado independientemente la propuesta de la revisión del SDAGE y han creado un kit que reúne trece propuestas sobre diferentes ámbitos de la política del agua y que sostiene básicamente una «visión global» que no trate únicamente las consecuencias de la contaminación.

Dicho plan está en una fase de concertación pública. Se redactará una nueva versión en setiembre u octubre, que será presentada a finales de año. Lo establecido en dicha directiva se aplicará en el 2010. El colectivo Cap'Eau está llevando a cabo un trabajo de sensibilización tanto entre la población como entre los cargos electos.

Una de las ideas básicas que quisieron transmitir los representantes del colectivo fue el de la preservación del agua, ya que definieron la situación de «alarmante». Para ello defendieron la visión global a la hora de establecer una política del agua. Es decir, sin dejar de lado el tratamiento y la purificación del agua, tener en cuenta cuales son las fuentes de contaminación y reducirlas al máximo. El colectivo denuncia que hay grandes riesgos de que las condiciones establecidas por el Marco Directivo del Agua para el 2015 no puedan llegar a cumplirse.

Otro de los temas importantes del trabajo del colectivo se refiere al coste del tratamiento del agua. Los ciudadanos pagan a través de las facturas el 82% del coste del tratamiento del agua del Aturri-Garona. El colectivo denunció que en los últimos 15 años se ha duplicado la factura del agua para los ciudadanos y que cuando se establezca la nueva directiva se prevé aumentarla en 20 euros más. Ante esta situación, una de las propuestas que hizo el colectivo fue la aplicación de la legislación que establece que el ente que contamina debe pagar.

Ls representantes de diferentes asociaciones y sindicatos agrícolas hicieron un claro llamamiento por una agricultura respetuosa con el medio ambiente. Y llamaron a los electos a fomentarla mediante las ayudas, en lugar de invertir el dinero en diluir o tratar la contaminación. Pusieron como ejemplo el trabajo llevado a cabo en la región del Jurá, donde se ha conseguido bajar a la mitad la cantidad de nitratos y pesticidas en el agua gracias a las ayudas a los agricultores para el cultivo ecológico. También abordaron la contaminación industrial.

El trabajo realizado por las asociaciones propone acciones concretas aplicables inmediatamente para alcanzar los objetivos del Marco Directivo del Agua. Denunciaron que «el principio de continuidad, que es uno de los objetivos clave del MDA, está lejos de estar asegurado con la política vigente en la región».