Los bibliotecarios de Iruñea critican la actitud de la concejala Paz Prieto (UPN)
I.V. |
Desde que los profesionales de las bibliotecas públicas de Iruñea se negaran a colaborar con la concejala delegada de Cultura, Paz Prieto (UPN), en el proceso para «censurar» parte de la prensa que se adquiría en dichas bibliotecas, y tildasen el mismo como «injerencia profesional», los bibliotecarios han constatado un «punto de inflexión» en sus relaciones con el Área de Cultura municipal.
«La hasta ahora eficiente y transparente comunicación transversal entre los distintos profesionales que prestan sus servicios en torno a la biblioteca pública y que están adscritos bien a la administración foral o a la municipal, se ha tornado oscura e incierta», afirman en un comunicado.
Como muestra de este malestar y preocupación, apuntan el hecho de que Paz Prieto no justificara los motivos de su actuación y que no rebatiera los argumentos expuestos por ellos en un escrito que le hicieron entrega a través del Registro del Área de Cultura, «al que no se dignó en contestar».
Además, muestran su desagrado por la exigencia «injustificada» que les hizo llegar para que modificaran el procedimiento habitual de presentación de facturas con ánimo de rehacer las relativas a la prensa adquirida en base al presupuesto de 2009. Según explican, esta «irregularidad» perseguía «tramar una argucia para posteriormente poder ordenar devolver las facturas que incluían solamente la prensa que se quería censurar y que los profesionales habían seguido adquiriendo hasta que sus superiores les ordenaran lo contrario, algo que sucedió el día 23 de marzo y que provocó la suspensión automática de las adquisiciones por parte de los bibliotecarios».
También expresan el «tremendo enojo» que les supuso saber que, una vez que el Ayuntamiento ejecutó las suscripciones a cuatro periódicos concretos para las bibliotecas de la ciudad, Paz Prieto instase a funcionarios municipales a indagar si los profesionales de las bibliotecas los estaban poniendo a disposición de los usuarios.
«Por supuesto que los ponemos a disposición del público -afirman-. Nosotros no tenemos tendencias censoras. Nosotros ya adquiríamos esos periódicos antes de que irrumpiera este modo arbitrario de trabajar. Nosotros somos profesionales que nos tomamos muy en serio nuestro trabajo».