El líder de la principal formación opositora japonesa, Ichiro Ozama, anunció ayer su dimisión de la presidencia del PDJ tras verse salpicado por un escándalo de financiación oculta a escasos meses de unas elecciones cruciales.

Ozawa, que hasta hace poco era el favorito para dirigir el nuevo Gobierno tras las elecciones legislativas que tendrán lugar a más tardar en setiembre, ha visto caer en picado su popularidad desde que el pasado mes de marzo se le acusara de violar la ley sobre financiación.

Según un sondeo publicado ayer, el 71% de los japoneses no se fiarían de Ozawa para dirigir el país. Al mismo tiempo, los escándalos de corrupción que han salpicado al PJD han contribuido a la vuelta en gracia del primer ministro, el conservador Taro Aso, en el poder desde setiembre del año pasado. Su popularidad ronda el 30% frente al 10% de principios de año.

Seguirá desde la sombra

Los tribunales acusan al comité de apoyo de Ozawa, dirigido por su secretario Takanori Okubo, de haber recibido donaciones por 21 millones de yenes (170.000 euros) de dos lobbies de la construcción.

La ley permite a las empresas dar dinero a los partidos, pero no a los políticos ni a sus comités de apoyo. Ozawa acusa a la Fiscalía de impulsar su defenestración política justo en vísperas de las elecciones.

Advirtió, eso sí, de que seguirá en la lucha política y dio a entender su dimisión en clave de presiones desde dentro del partido. Y es que Ozawa siempre ha preferido maniobrar desde la sombra, donde se ha revelado un maestro consumado.

Tránsfuga del PLD, en el Gobierno casi ininterrumpídamente en el último siglo, Ozawa sabe pulsar como pocos el descontento de buena parte de la población nipona. Ya en 1993, cuando venció al PLD liderando una coalición de ocho partidos, rechazó el cargo de primer ministro. Hizo bien, toda vez que el Ejecutivo, minado por disensiones internas, duró 10 meses.

Tras asumir en 2003 las riendas del PDJ -coalición entre antiguos socialistas y disidentes del PLD-, logró llevarlo a la victoria en las elecciones al Senado en 2007.

Quiniela de sustitutos

El favorito para sustituir a Ozawa al frente del partido es el millonario Katsuya Okada, quien presidió la formación entre 2004 y 2005.

Se incluye en las quinielas a Naoto Kan, uno de los que habrían forzado la dimisión de Ozawa. Este último tiene su propio candidato, Yukio Hatoyama. La lista se completa con el candidato del ala conservadora, Seiji Maehara.