La concentración mensual que organizan amigos y familiares de Nagore Laffage para exigir justicia y mantener vivo el recuerdo de la joven se convirtió ayer en un homenaje a Yasmín Rodríguez, la última víctima de la violencia machista.

Unas 400 personas participaron en el acto celebrado en Irun. Muchas de ellas con camisetas con el rostro de Laffage, que permanecieron en silencio durante quince minutos. A su vez, depositaron claveles blancos y velas delante de un retrato de la joven.

En la concentración, además de la pancarta en la que se leía «Por tu ausencia, Nagore», se exhibieron otras alusivas al último crimen cometido en Irun con el lema «Yasmín, eres nuestro compromiso» y «No más violencia contra las mujeres», todo ellas en euskara y castellano.

Al término de la concentración, la madre de Nagore Laffage, Asun Casasola, se dirigió a los presentes para agradecer su presencia y el «apoyo que de verdad» siente que le dan en Irun, al tiempo que reclamó que «no haya más muertes por violencia de género».

Casasola dijo que «la sociedad tiene que hacer algo porque esto no puede seguir así» y pidió a la gente que se involucre.