Los títulos, el talismán que marca la diferencia entre los grandes equipos y los pequeños, han marcado la semana deportiva en Euskal Herria. Un día después de que el Athletic perdiera la Copa por la que llevaba suspirando los últimos 25 años, Itxako conseguía su primer título liguero en sus 37 años de historia.

El equipo amarillo puede poner hoy la guinda a una temporada histórica al optar al doblete en Liga, asegurado el jueves, y en la Copa EHF, a cuyo título aspira tras la ventaja de la ida frente al Leipzig, aunque jugará el encuentro decisivo en Alemania (ETB3 y Teledeporte, 15.00).

El conjunto navarro tiene a su alcance conquistar dos títulos, los primeros de su trayectoria tras nueve años en la élite del balonmano, al defender en Alemania una renta de 8 goles después del 27-19 obtenido hace una semana en Lizarra en el partido de ida de la final.

El técnico Ambros Martín ha subrayado que la única consigna para hoy es intentar ganar de nuevo el encuentro, sin estar pendiente de la renta conseguida en la ida, para cerrar una semana extraordinaria.

Las amarillas no han tenido tiempo para celebrar el título de la Liga ABF asegurado el pasado jueves en Alicante, a falta de una jornada para la conclusión del campeonato, ya que partieron directamente desde Valencia, sin regresar a casa para viajar a tierras germanas.

En el infierno alemán

Al Itxako le espera un duro partido ante un Leipzig que ya sabe lo que es ganar por goleada en su pista, donde recibe el apoyo de seis mil aficionados, pero enfrente tendrá a un conjunto pleno de confianza que huye de la relajación para optar al doblete, algo histórico en el club y en el balonmano vasco femenino. El equipo alemán regaló 50 entradas al club navarro repitiendo el gesto de Itxako en el partido de ida, pero pese a la presencia de algunos familiares, miembros de la peña Sukar Horia y representantes institucionales, la gradas van a tener un apabullante color local.

Itxako, que el pasado año perdió la final ante el Dinamo de Volgogrado, ha conseguido llegar por segundo año consecutivo a una final continental, algo al alcance de muy pocos. Su rival germano ha tenido que esperar diecisiete años para repetir experiencia.