Baskonia y Bilbao Basket llegan a la cita clave de toda la temporada con sensaciones totalmente dispares. Si el conjunto bilbaino ha preparado el partido de hoy con el «único», léase entre comillas, quebradero de cabeza que suponía la importante baja del pívot Damir Markota, el Baskonia afronta el partido con muchos frentes abiertos, tras una de las semanas más convulsas que se recuerdan en los despachos baskonistas. Y es que tras el fallido -aunque aún no se sabe cómo finalizará el embrollo- intento de nacionalizar como búlgaro a Pete Mickael, y la inoportuna baja de Stanko Barac por una lesión en el segundo metacarpiano, que le hizo pasar por el quirófano, ayer algún medio se hacía eco de la posible indisposición física que algún jugador del Tau, como Prigioni o Teletovic, pudiera estar padeciendo. Hecho, este último, que fue negado con rotundidad desde el club a este diario.

Una de las consecuencias directas de los últimos movimientos ha sido la llegada de Víctor Baldo para reforzar la insuficiente zona de los alaveses. El pívot argentino se mostró exultante «por haber sido elegido para su proyecto» en su primera toma de contacto con los medios. El jugador proveniente del C.B Valladolid dijo que «siempre he tenido el reto de ganar el título de la ACB. Es algo que se había alejado, pero que con esta oportunidad está de nuevo ahí», con un claro tono de alegría.

El conjunto de Txus Vidorreta llega con poco que perder y mucho que ganar a Gasteiz. El técnico de Indautxu ha tomado el favoritismo del Baskonia «con naturalidad». Pero también quiso advertir de que «eso no garantiza nada». Las eliminatorias a tres partidos aumentan mucho la importancia del primer choque, por lo que las semis empiezan a dibujarse desde hoy.