A expensas de lo que haga el Sporting
Un coraje que no tuvo recompensa
Los rojillos le pusieron todas las ganas del mundo, tuvieron acorralado al Sevilla en algunas fases del choque y sólo la falta de acierto evitó que sumaran tres puntos casi de salvación. Los hispalenses tiraron de individualidades y enseñaron los dientes casi al final.
OSASUNA 0
SEVILLA 0
Iñaki UHARTE | IRUÑEA
Osasuna se mereció una cosecha mejor en un duelo en el que puso todas las ganas del mundo ante un Sevilla que tiró de individualidades y estuvo en un tris de salirle bien en el tramo final del encuentro. El corazón que le pusieron los rojillos y que no se vio en recientes encuentros no evitará que ahora estén pendientes de lo que hagan sus inmediatos rivales.
Una victoria del Sporting frente al Málaga enviará a los navarros a puestos de descenso, gracias al desfavorable gol average, con el descomunal reto de superar a los dos grandes de la Liga si quieren mantenerse un año más en Primera División. El público estuvo otra vez de diez y llevó a los suyos en volandas, aunque no pudieran prolongar después la fiesta.
Eso sí, le costó media hora a Osasuna darse cuenta de que podía llevarse los tres puntos. En apenas siete minutos -desde el 25 hasta el 32-, Pandiani dispuso de cuatro remates claros y un centro chut de Javier Flaño llevó el balón al larguero de un Palop que se lo había comido.
Fue un arreón del que los rojillos no lograron sacar nada en claro. Un oasis de ocasiones dentro de la primera parte de un choque en el que el respeto -táctica, que dirían algunos- primó sobre el instinto de irse adelante hacia la victoria. El Sevilla tocaba, y muy bien, lo que obligaba a meditar muy mucho una presión en todas las líneas.
Tampoco es que los hispalenses hicieran temblar las redes del recuperado Ricardo -sólo Renato inquietó con sendas voleas-, pero sus medidas triangulaciones en campo navarro y la calidad individual transmitían recelo sobre el césped y también en la afición.
Pandiani, omnipresente en ataque, también fue protagonista del lance polémico de estos primeros cuarenta y cinco minutos. A los 36 minutos, el uruguayo sintió sobre sus espaldas las manos de Konko, que fueron suficientes para desequilibrar lo justo al ariete, presto ya a rematar con la testa en el área pequeña sevillista.
Balón rojillo, ocasiones blancas
El paso por vestuarios enchufó más todavía a los de Camacho, que se hicieron con el control del esférico. Osasuna jugaba en los dominios andaluces, mientras la grada jaleaba con entusiasmo el ímpetu, esta vez sí, que le ponían los suyos en la búsqueda de la ansiada victoria.
El merecido 1-0 pudo llegar en la falta que botó Nekounam buscando con precisión la escuadra, pero Palop voló con tiempo suficiente como para sacar el cuero. Entre iraníes andaba el juego. Una jugada individual de Masoud volvía a subir la adrenalina, pero el delantero se dejó la pelota atrás cuando ya encaraba el marco contrario.
El último cuarto de hora fue vertiginoso. Dos expulsiones -ambas justas- y un Luis Fabiano que despertó de su letargo y a punto estuvo de que la fiesta se tornara funeral. El brasileño mandó un cabezazo al travesaño, se coló hasta la cocina en otra oportunidad siendo interceptado por Cruchaga y remató en el descuento a bote pronto, yéndose fuera cuando Ricardo ni la había visto.
El Barcelona de Pep Guardiola ya tiene en su bolsillo el doblete y lleva camino de convertirse en el mejor equipo de la historia culé por encima del «Dream team» de Cruyff. Los azulgrana se hicieron ayer por la noche con la competición de la regularidad sin ni siquiera tener que saltar al césped.
La derrota del Real Madrid -un alma en pena desde que cayera estrepitosamente en su estadio ante los culés- en El Madrigal puso en bandeja de plata el título de campeón liguero a los catalanes, quienes todavía están en disposición de conseguir el triplete si consiguen imponerse al Manchester United en la final de la Champions League. De lograrlo, sería un hito inédito en la trayectoria deportiva de la escuadra azulgrana.
En las dos últimas décadas, el Barça ha obtenido casi la mitad de los títulos ligueros disputados, ya que con la conquistada ayer suma nueve entorchados. Ello, sumado a las dos Champions más la posibilidad de una tercera, hacen que la reciente historia culé sea la más laureada.
Además de la victoria del Villarreal, el otro resultado de la jornada trajo consigo un empate a uno entre Deportivo y Getafe en Riazor, un marcador que no beneficia las aspiraciones rojillas de mantenerse en Primera, pero que pudo ser peor, pues los madrileños fueron ganando durante toda la segunda parte.
Un gol del ex getafense Riki a falta de cuatro minutos para el tiempo reglamentario llevó las tablas a un envite en el que los gallegos pierden comba en la lucha por Europa.
No era el resultado que se esperaba, pero Osasuna tuvo que conformarse con un empate. Un resultado a todas luces «injusto» para el míster rojillo, José Antonio Camacho, quien reconoció, a pesar de todo, que el punto «puede ser muy bueno porque hasta el último momento va a haber muchos equipos implicados».
El técnico murciano, que defendió a los suyos asegurando que «no se puede hacer más para ganar un partido», avanzó que en la primera parte la escuadra navarra «pudo firmar un marcador contundente». «La imagen ha sido buena, pero nos están ocurriendo muchas cosas adversas de manera continuada», agregó.
Entre ellas, volvió a cargar contra la actuación arbitral: «Ha habido un penalti clarísimo a Pandiani y la expulsión de Sergio ha sido una más, en la línea de medirnos con diferente rasero al resto», se quejó.
Ahora quedan dos finales a muerte contra Barça y Real Madrid. «Espero que el Barcelona sea campeón esta semana y que lo celebren. Además tienen cuatro días después al nuestro un encuentro de esos que son los más importantes en la trayectoria de un futbolista. Para nosotros, el del Camp Nou es el encuentro más importante de nuestra vida».
No lo vio de la misma forma el preparador sevillista, Manolo Jiménez, quien reconoció, pese a todo, que su conjunto no hizo un buen partido. «El balón ha estado mucho tiempo en el aire y, a base de juego directo, Osasuna nos ha ganado. Cualquier otro equipo hubiera salido goleado», indicó.
La plantilla osasunista guardará descanso durante la jornada de hoy y retornará al trabajo mañana por la tarde, en una jornada de recuperación que se llevará a cabo en las instalaciones de Tajonar a las 17.00.
Juanfran sufrió un golpe en su rodilla, concretamente en la cabeza del peroné, lo que le afectó al nervio provocándole un intenso dolor al apoyar la pierna. Pese a todo, se espera que no tenga problemas para entrenar mañana.
