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Estitxu Ugarte López de Arkaute Responsable de Comunicación del Sindicato HIRU

El 21de mayo no arrancamos

Las políticas públicas que se están desarrollando en el sector del transporte están contribuyendo a la desaparición paulatina del pequeño transportista autónomo, impulsando un modelo de transporte basado en intermediarios y grandes agencias, y basado en la precariedad laboral El 21 de mayo no arrancaremos nuestros vehículos para trabajar, pero con el conjunto de trabajadores y trabajadoras de Euskal Herria lucharemos por arrancar un nuevo modelo económico y social

La participación del sindicato de transportistas autónomos de Euskal Herria HIRU en la convocatoria de huelga del próximo día 21 de mayo no es una decisión tomada a bote pronto, y no es, por supuesto, un mero gesto simbólico. Nuestra decisión ha sido muy meditada, y derivada de la necesidad de hacer frente a la grave situación que viven los y las transportistas autónomos desde principios de 2008 y que se ha visto agudizada en los últimos meses. Estos son los graves problemas que nos ha empujado a tomar una decisión cargada de razones:

La salvaje destrucción de empleo en el sector de transporte. Durante estos últimos años, y más en esta coyuntura de crisis, estamos viendo como cientos de compañeros y compañeras pierden su trabajo y se ven obligados a abandonar la actividad. La destrucción de trabajo en el sector del transporte de mercancías por carretera es evidente, pero lo que es más grave aún es que a los y las transportistas autónomos se nos está conduciendo a una muerte dulce. Entre las exigencias de los clientes, la negativa de las entidades financieras a financiar lo que hasta ahora avalaban y financiaban, la pasividad de las administraciones ante los abusos que se cometen en el sector, los retrasos en los pagos, los impagos, etcétera, nos están llevando a una situación que puede ser dramática en muy pocos meses.

El continúo chantaje a los transportistas autónomos. Las grandes empresas para las que trabajamos la gran mayoría de pequeños transportistas autónomos nos están imponiendo condiciones de trabajo imposibles para poder seguir manteniendo sus multimillonarios beneficios. Para ellos esta crisis no es sino una nueva oportunidad de acumular beneficios a costa de nuestro trabajo. Se están tirando las tarifas del transporte hasta un 35%, están obligándonos a hacer viajes imposibles en tiempos imposibles, quieren obligarnos a cargar de más, están creando cooperativas de falsos autónomos para ahorrarse costes laborales... Todo bajo la amenaza de que si no aceptamos sus condiciones ya vendrán otros que harán nuestro trabajo.

Necesitamos un cambio radical de las políticas públicas. Las políticas públicas que se están desarrollando en el sector del transporte están contribuyendo a la desaparición paulatina del pequeño transportista autónomo, impulsando un modelo de transporte basado en intermediarios y grandes agencias, y basado en la precariedad laboral. A ello se suma que la desprotección y vulnerabilidad del transportista es cada vez mayor: sin derecho a prestaciones ni a subsidios cuando se queda sin trabajo; sin derecho a la salud ni al reconocimiento de las enfermedades profesionales o accidentes laborales, sin derecho a una jubilación digna...

La riqueza que generamos los y las transportistas autónomos no se reinvierte en mejorar las condiciones de vida, trabajo y salud en el sector. El sector del transporte de mercancías por carretera aporta el 3% del PIB de la Comunidad Autónoma Vasca y el 4% del PIB de la Comunidad Autónoma de Navarra. Pues bien, ni tan siquiera a la hora de diseñar nuevas infraestructuras se reinvierte una mínima parte de la riqueza que generamos en ofrecer a los miles de transportistas que circulan diariamente por este país unos servicios para que puedan aparcar sus vehículos con unas mínimas condiciones de seguridad y descansar, dormir, comer o asearse en condiciones. Ni tan siquiera en esas pequeñas cosas se refleja nuestra aportación.

Necesitamos instrumentos para diseñar un modelo de transporte al servicio de Euskal Herria, y reclamamos participar en la toma de las decisiones que nos afectan. No podemos permitir que las élites financieras, empresariales y políticas tomen decisiones que nos afectan a todos y a todas, sin contar con nosotros y nosotras. Más aún cuando son precisamente ellos los que han provocado esta crisis, quienes nos han impuesto un modelo económico y social que ha fracasado. Es fundamental contar con capacidad de decisión a la hora de abordar el modelo de transporte y diseñar el modelo económico y social que necesita este país, porque lo contrario supone que sigan prevaleciendo los intereses de unos pocos frente a los de toda la sociedad, frente a los intereses de los y las trabajadores. Es por ello que exigimos que las políticas económicas, sociales y laborales se decidan en Euskal Herria, y estén al servicio de los intereses de la clase trabajadora, asalariados y autónomos.

Es por ello que el 21 de mayo no arrancaremos nuestros vehículos para trabajar, pero con el conjunto de trabajadores y trabajadoras de Euskal Herria lucharemos por arrancar un nuevo modelo económico y social al servicio de los intereses de la mayoría y no de los cuatro listos de siempre.

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