Mis compañeros me achacan muchas veces que no critico a los entrenadores. Y yo casi siempre respondo lo mismo, que aunque no esté de acuerdo con sus decisiones, doy por supuesto que saben muchísimo más de fútbol que yo. Para empezar, porque tienen un título de entrenador que a mí me falta. Quizá por ese déficit en mi formación, no entiendo algunas decisiones de Joaquín Caparrós. Así que aquí van algunas preguntas, a ver si alguien con título me echa una mano: ¿por qué los «suplentes» eran válidos para enfrentarse al Betis, mientras los «titulares» velaban armas para la gran final, y no lo eran para medirse al Espanyol, mientras éstos se tomaban un respiro físico y emocional? ¿Por qué no aprovechar estas últimas jornadas para dar minutos a jugadores que apenas han pisado el césped? ¿No podrían servir para intentar revalorizar a los que, probablemente, hagan la maleta aún teniendo contrato? ¿O para devolver algo de confianza a los que seguirán y, con tres competiciones a la vista, serán necesarios? Lo dicho, que agradecería una ayudita.