Hasta este fin de semana, el único consuelo de la afición rojilla y de su entrenador, José Antonio Camacho, era que Osasuna seguía manteniendo una ventaja que le daba la capacidad de depender de sí mismo. Sin embargo, todo el mundo era consciente de que el argumento era falso en parte, habida cuenta de que todos los gol-averages son contrarios y de que el calendario de Osasuna era implacable. Este fin de semana, por una vez en las últimas jornadas, la lógica se cumplió: Osasuna se quedó en un empate contra el Sevilla, los rivales directos no fallaron y los navarros han caído a puestos de descenso en el peor momento posible, a dos partidos del final.

La situación es muy difícil, pero no desesperada. Vencer a dos rivales de mucho nombre pero sin nada en juego como Barcelona y Real Madrid garantizaría prácticamente la permanencia, porque parece complicado que Sporting y Getafe saquen los seis puntos y hay otros -Betis, Valladolid, Getafe...- que tampoco tienen seguro llegar a 43.

Para eso, primero Osasuna tendrá que hacer su trabajo, comenzando por el Camp Nou. Pep Guardiola tiene claro que alineará un equipo B para guardar a todos sus hombres para la final de la Champions. De hecho, ayer en Mallorca ya jugaron como titulares jugadores como el portero irundarra Oier. Sólo los sancionados Alves y Abidal serán de la partida, junto a algunos otros con pocas opciones para la final como Cáceres, Pedro o Víctor, y quizás Hleb o Pinto. El resto serán reservados, salvo sorpresa mayúscula, por lo que Osasuna tiene que hacer valer su mayor necesidad.

El resto de enfrentamientos puede deparar algunas carambolas interesantes. Sobre todo, el Valladolid-Sporting. Los de Mendilibar se han estancado en los 42 puntos y no amarrarían la salvación ni siquiera con un empate, por lo que tendrán que salir a ganar a los asturianos, y con ello harían un favor tremendo a Osasuna. En el caso de que sea el Sporting quien se lleve el gato al agua, los rojos también les podrían superar, ya que el Valladolid visita en la última jornada al Betis. Pero todo pasa por dos victorias.