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Arbizu muestra su rechazo al TAV en una consulta popular

El 96% de los vecinos de Arbizu que participaron ayer en la consulta popular sobre el TAV se posicionó en su contra. Casi la mitad de la población del municipio ejerció su derecho al voto y con este resultado, Arbizu se convirtió en el segundo pueblo de la comarca de la Sakana navarra que rechaza la construcción del proyecto ferroviario después de que los vecinos de Lizarrabengoa votaran también en contra hace una semana.

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Después de que el Gobierno español y el navarro firmarán el sábado el convenio de financiación del Tren de Alta Velocidad, Arbizu se convirtió ayer en la segunda localidad de la Sakana en mostrar su rechazo al proyecto ferroviario.

El 96% de las personas que participaron en la consulta popular celebrada durante toda la jornada del domingo se posicionaron en contra del TAV. Casi la mitad de la población acudió a las urnas. En concreto, fueron 397 los vecinos que ejercieron su derecho a voto. 382 se posicionaron en contra, 6 optaron por el sí y 9 votaron en blanco.

Las urnas permanecieron abiertas desde las 9.00 de la mañana hasta las 20.00 de la tarde. Según resaltaron desde AHT Gelditu! Elkarlana, los encargados de organizar la consulta, personas de todas las edades participaron en una votación que estuvo amenizada por un buen ambiente festivo. Tal y como resaltaron los promotores de la iniciativa, «dar la palabra al pueblo es un buen motivo parala fiesta». Así, los trikitilaris y los juegos para niños dieron un colorido especial a la jornada.

Asimismo, para garantizar que la votación se llevara a cabo sin ningún contratiempo, varios observadores presenciaron el desarrollo de la consulta.

Entre ellos se encontraban el alcalde de Olazagutia, el alcalde de Arruazu, el responsable de LAB de Sakana y varios delegados, músicos de los grupos Hesian, Kaotiko y Vendetta, el bertsolari Eneko Lazkoz, chicas del grupo de Sokatira de Arbizu y miembros de la Gazte Asanblada de Bakaiku.

Segundo rechazo en siete días

El rechazo de los vecinos de Arbizu se produce apenas siete días después de que los de Lizarrabengoa hicieran lo mismo. El pasado domingo el concejo de Lizarrabengoa se convirtió en la primera localidad navarra donde se efectuaba una consulta popular sobre el proyecto del TAV y rechazó de forma masiva su construcción.

De las 32 personas censadas, 31 votaron y lo hicieron en su totalidad en contra del paso del trazado de la alta velocidad por Sakana, por su repercusión negativa sobre el medio natural y la economía.

Arbizu y Lizarrabengoa son las primeras localidades navarras que se han posicionado en contra del TAV y su negativa llega en medio de que el Gobierno navarro firmara el sábado el acuerdo de financiación del proyecto con el Gobierno español tras años de polémica.

El presidente navarro, Miguel Sanz, y el ministro español de Fomento, José Blanco, rubricaron ante los medios un compromiso desequilibrado en el que Nafarroa anticipa el pago de dos años mientras Madrid sólo se compromete «en función de las disponibilidades presupuestarias». El Ejecutivo español iría devolviendo su parte a través de descuentos del Cupo que abona cada año Iruñea a Madrid. Asimismo, el Gobierno navarro abonará el gasto financiero del préstamo preciso para esa inversión.

El «corredor navarro» del TAV está cuantificado en 1.500 millones de euros (nueve más de lo que costó construir el pantano de Itoitz) y esta previsto que las obras comiencen en el año 2011. Según los cálculos de AHT Gelditu! Elkarlana, este proyecto costará 4.750 euros a cada contribuyente navarro. Además, critican que este tren lanzado a unos 300 kilómetros por hora «despilfarraría cada minuto la misma energía que una ciudad de 25.000 habitantes».

Blanco afirma que «acelerarán» las obras en respuesta a ETA

El ministro de Fomento español, José Blanco, aseguró ayer que «imprimir una mayor celeridad en la ejecución de las obras» del TAV servirá para «dar una respuesta contundente» a ETA cuando la infraestructura esté concluida. En una entrevista en el diario «El Correo español», el ministro de Fomento defendió que la alta velocidad es «un símbolo de progreso, de colaboración entre gobiernos y de desafío frente a aquellos que no quieren que una sociedad avance».

Sobre el grado de ejecución de estas obras, se mostró «razonablemente satisfecho», aunque reconoció que se puede «imprimir una mayor celeridad». «La acción concertada entre ambos gobiernos, el vasco y el de España, será clave para reforzar la seguridad de empresas y trabajadores y para superar las dificultades que todavía tenemos en algunos ayuntamientos que se niegan a colaborar», añadió.

Blanco explicó que la aceleración de los trabajos del TAV no vendrá de un aumento de la inversión, sino de estudiar la forma de «agilizar los proyectos que están en elaboración», de «avanzar en las expropiaciones en aquellos ayuntamientos difíciles» y de analizar «con las empresas cómo anticipar la ejecución de los tramos que están siendo licitados». Preguntado por la fecha prevista para ver finalizadas las obras, se negó a anticipar un año, aunque resaltó que «la intención del Gobierno no es retrasar, sino acelerar las previsiones». En este sentido, reconoció que las obras del tramo guipuzcoano van con retraso, aunque dijo que están pensando «cómo darle entre todos un empujón» en referencia al nuevo Ejecutivo autonómico presidido por Patxi López. GARA

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