Medvedev inaugura una delicada cumbre con la UE en el extremo oriente de Rusia
GARA |
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, recibió ayer a la troika de la UE para una cumbre de dos días en Jabarovsk, en el extremo oriente de Rusia.
La elección de Jabarovsk, a sólo 25 kilómetros de la frontera con China y a más de 8.000 de Moscú fue justificada por Medvedev con el objetivo de que los representantes de la UE «sepán qué es Rusia», más allá de Europa y de los Urales.
Los analistas ven en la elección de este emplazamiento una amenaza de dar la espalda a los europeos para volver la vista a China si no se logran superar las dificultades en las relaciones bilaterales. Con una fuerte influencia china en su población, su comercio y su paisaje urbano, Jabarovsk, con 578.600 habitantes, es la segunda mayor ciudad del lejano oriente ruso, después de Vladivostok, 700 kilómetros más al sur.
«La cumbre más fría»
El diario económico «Kommersant» abría ayer con el sugerente titular «La cumbre más fría para la UE en Jabarovsk», recordando que las últimas cumbres bilaterales se han organizado cada vez más lejos de Moscú.
El tema cental de la cumbre será la cuestión energética. Rusia mostrará su malestar tras el compromiso de la Comisión de Bruselas para garantizar ayuda financiera occidental a la renovación del sistema de gasoductos en Ucrania.
El Kremlin aireó ayer el fantasma de una nueva edición de la guerra del gas con Ucrania habida cuenta de la poco saneada situación financiera de la sociedad ucraniana Naftogaz.
La cuestión de los observadores occcidentales en Abjasia y Osetia del Sur y el proyecto ruso de un nuevo pacto de seguridad en Europa estarán en la agenda.