La Policía serbia detuvo, tras cinco horas de negociaciones, a un hombre que entró armado con dos granadas de mano en la sede presidencial.

Un mando policial aseguró que, después de cinco largas horas de negociaciones con el hombre, de quien previamente se dijo que «es un caso siquiátrico», le quitaron las granadas sin ningún peligro. Otras fuentes aseguraron que el hombre había quitado la anilla de seguridad de una de las granadas.

Tras varias de horas de incertidumbre sobre el paradero del presidente serbio, Boris Tadic, la televisión pública emitió imágenes de su entrada en su despacho.

El asaltante fue identificado como Dragan Maric, quien había anunciado por correo electrónico sus intenciones y sus exigencias, relacionadas, con una sentencia en su contra dictada por un tribunal, para no hacer explotar las granadas.