Las agencias de información confirmaron ayer que tres miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español abandonaron la semana pasada Cuba tras las quejas cursadas por las autoridades de la isla por las distintas actividades desarrolladas en el país caribeño.

Según detallaron las mismas fuentes, los agentes secretos se dedicaban a realizar seguimientos a los refugiados vascos que residen en Cuba desde hace años. Entre los espías que han sido expulsados del país caribeño se encontrarían una mujer y dos hombres. La mujer habría permanecido en la isla durante los últimos cinco meses, mientras uno de los hombres llevaría 13 meses en Cuba y el otro más de cinco años. La agencia Europa Press aseguró que el CNI mantendría todavía a uno de sus agentes en la isla.

Un relevo sin trascendencia

Las autoridades españolas trataron de restar importancia a lo ocurrido y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se limitó a decir desde Sarajevo que era un «relevo sin trascendencia». El ministro español insistió en que las relaciones entre Cuba y el Estado español eran «positivas».

Moratinos se vio obligado a dar explicaciones ante los medios después de que el periódico «El Mundo» publicara ayer que Cuba había expulsado a un equipo de agentes del CNI que se dedicaba a vigilar a los refugiados vascos. Las mismas fuentes aseguraron que estarían realizando seguimientos similares en paises como Venezuela, donde hace unas semanas fue arrestado el exiliado Iñaki Etxeberria.