El Ej�rcito de Pakist�n anunci� ayer el comienzo de la �fase m�s importante� de su operaci�n contra los talib�n en el norte del pa�s, donde las tropas iniciaron ayer una ofensiva para recobrar el control de Mingora, la capital del valle de Swat.

En Mingora, los soldados se enfrentan a entre 300 y 400 insurgentes que han plantado minas y �utilizan a civiles como escudos humanos�, seg�n la versi�n del portavoz del Ej�rcito, Athar Abbas, en una rueda de prensa en la que se�al� que 17 talib�n hab�an muerto.

Seg�n detall� Abbas, las tropas paquistan�es avanzaron hasta Mingora desde el norte y sur de la ciudad y consiguieron afianzarse en algunas zonas, as� como capturar una estaci�n de comunicaciones y tres centros de suministros de los talib�n.

La batalla por Mingora est� considerada por los analistas como clave en la ofensiva que el Ej�rcito inici� a finales de abril y que ha causado la muerte de casi 1.100 talib�n, adem�s de unos dos millones de desplazados que huyen de los combates.

Las fuerzas de seguridad paquistan�es tienen a�n muchos otros frentes abiertos tanto en Swat como en los distritos vecinos, que los talib�n controlaron en abril. El Gobierno de Pakist�n rompi� la tregua firmada con los insurgentes islamistas y atac� con todo su poder.

Ninguno de estos distritos ha sido completamente recuperado por las autoridades de Islamabad hasta el momento.

Abbas asegur� ayer que el Ej�rcito ha conseguido �ganancias substanciales� en el �rea de Peochar, feudo del l�der m�ximo de los talib�n de Swat, el mullah Fazlulah, as� como en la colindante �rea de Matta.

Drama humanitario

La ofensiva del Ej�rcito paquistan� ha provocado unos dos millones de desplazados, que intentan sobrevivir en precarios campos de refugiados. En uno de ellos, el de Yar Hussain, se encuentra Nabila Bibi, de doce a�os, que se vio obligada a huir de su casa, ubicada en un suburbio de Mingora, a unos 70 kil�metros de distancia, junto a toda su familia.

Muchos de los desplazados cuentan atrocidades de los talib�n, pero tambi�n denuncian que el Ej�rcito ha matado a numerosos civiles en sus bombardeos indiscriminados.

Unicef ha instalado espacios dedicados al ocio y a la educaci�n de los ni�os desplazados en Yar Hussain y en los otros 13 campos que se han levantado.

�Es vital cuidar a los ni�os traumatizados por este �xodo�, explica Antonia Paradela, portavoz de Unicef en Pakist�n, a�adiendo que especialistas est�n ocup�ndose de las mujeres y los ni�os con problemas mentales.

�Tambi�n hemos dado juguetes y pinturas a los ni�os para tratar de ayudarles a recuperar su confianza en el futuro�, a�ade Paradela. Es una tarea dif�cil. �No s� cu�ndo podr� volver a casa para jugar al cricket con mis amigos�, dice Nauman Ali, de 16 a�os.