La Plaza del Arriaga será el punto de partida el sábado 6 de junio, a las 18.00, de la manifestación por el derecho al aborto convocada por alrededor de una treintena de organizaciones feministas de Hego Euskal Herria. El lema elegido para la cita de Bilbo es «Nuestro cuerpo, nuestra decisión-Geure gorputza, geure erabakia».

Al igual que lo hicieron el 17 de febrero de 2008 en las calles de Iruñea, los colectivos feministas levantarán la bandera de una reivindicación histórica de las mujeres de este país: el derecho al aborto libre y gratuito. A pesar de que la movilización de Bilbo trata de poner el contrapunto a la campaña reaccionaria desatada por la Iglesia católica y la derecha política contra la reforma legislativa que pretende impulsar el PSOE en esta materia, las reivindicaciones de las mujeres continúan siendo las mismas desde hace décadas cuando protestaban ante los juzgados contra los procesos relacionados con la interrupción voluntaria del embarazo.

Así, solicitan que estas intervenciones se efectúen en la red pública de salud, dando las garantías sanitarias y jurídicas más absolutas a las mujeres que aborten y al personal sanitario que las practique. Su lucha, lo subrayaron ayer en una comparecencia pública en la capital vizcaina, es «la consolidación del aborto como un derecho».

Tampoco se olvidaron de pedir el acceso universal gratuito a los métodos anticonceptivos en condiciones sanitarias suficientes y a una educación sexual en todos los ámbitos «para que las mujeres decidan su maternidad libre y deseada y su sexualidad placentera y no sometida a imposiciones».

La movilización, en opinión del movimiento feminista vasco, es importante una vez que «hay supuestos [de interrupción voluntaria del embarazo] que siguen estando dentro del Código Penal» español y las trabas para abortar llevan a muchas personas ante jueces, tribunales y médicos «que son quienes, en última instancia, tienen el poder de decidir sobre los cuerpos de las mujeres».

Las organizaciones que impulsan la manifestación de Bilbo entienden que es necesaria la movilización social, entre otros motivos, «porque en los centros religiosos de educación se adoctrina a nuestra juventud en supersticiones aberrantes y creencias totalmente acientíficas que culpabilizan y condenan a las mujeres que deciden libremente sobre su cuerpo y su sexualidad». La brutal campaña para recortar derechos tiene, a su juicio, que ser respondida en la calle por aquellos ciudadanos que demandan la consolidación del derecho al aborto.