La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) denunció ayer la muerte de Ezekiel Illarramendi, «víctima del amianto inhalado» en Cementos Rezola de Añorga.

Con éste suman ya, al menos, cinco fallecidos en 2009, según los datos de la asociación, que reconoce que «quedan muchas víctimas en el anonimato». Sólo en Bizkaia, Asviamie ha recibido hasta mayo a 43 nuevos afectados por asbestosis, mesoteliomas malignos y cáncer de pleura. «Es una larga lista con nombres y apellidos que nos han facilitado los familiares o los propios afectados. Es una lista que no ha hecho más que comenzar», precisa. Esta asociación se pregunta «hasta cuándo se va a mantener oculto este drama», a la vez que interpela sobre cuándo se pondrá fin a «los largos procesos judiciales para que se nos reconozcan los derechos de enfermedad, indemnizaciones por este mal que nos han causado los trabajos en las empresas». Por ello indica que «tantos muertos no se van a poder mantener ocultos siempre». En este sentido recuerda a Illarramendi que acudió a las charlas informativas que organizaron en Gipuzkoa que, una vez que ha fallecido, todavía se está «a la espera del informe de la Inspección de Trabajo sancionando a Cementos Rezola por falta de medidas de seguridad ante el amianto».